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La piscifactoría portuguesa de Pescanova carece de declaración de impacto ambiental

El Gobierno luso elogia la inversión de la compañía pesquera en la localidad de Mira

Pescanova construirá en Mira (Portugal) la piscifactoría de rodaballo más moderna del mundo, según el acuerdo firmado ayer en Lisboa por el presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, y los ministros de Economía e Innovación, Manuel Pinho, y Pescas, Jaime Silva. El proyecto no tiene aún declaración de impacto ambiental, lo que suscita las reticencias de los ecologistas. Este trámite podría estar resuelto en dos meses y dar paso así a la aprobación definitiva del proyecto por parte del Gobierno portugués. La granja podría comenzar a producir en 2008.

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La misma normativa que en Touriñán

Manuel Fernández de Sousa firmó ayer en Lisboa con los dos ministros portugueses el acuerdo para la implantación de la factoría en suelo portugués. La compañía pesquera gallega comenzó a gestionar en mayo pasado la instalación en Portugal de su piscifactoría; después de estudiar otros posibles emplazamientos, se eligió la costa de Mira "por su idoneidad", indicó ayer el presidente de Pescanova. Portugal es, además, el país de mayor consumo de pescado per cápita de la Unión Europea (los portuguese consumen al año 220.000 toneladas, de las que sólo 7.000 proceden de la acuicultura). Con el proyecto en marcha doblará su producción acuícola y se convertirá en el primer productor mundial de rodaballo.

El de Mira es "uno de los proyectos acuícolas de más relevancia de la Unión Europea" y se atiene a las estrategias europeas como "una línea maestra" que decanta la pesca desde su condición extractiva al cultivo, un salto, dijo Fernández de Sousa, en el que la acuicultura se revela como "industria estratégica, limpia y compatible con el desarrollo sostenible". En ello coinciden las autoridades comunitarias y las portuguesas, que dieron al proyecto de Pescanova el tratamiento pin: proyecto de interés nacional.

Fernández de Sousa reconoció haber recibido "todo el apoyo" del Gobierno portugués a su iniciativa. "Nos ha escuchado y entendido y ha confiado en nosotros: no vamos a defraudar", dijo con solemnidad.

En el acto que selló el acuerdo en la Asociación Portuguesa para o Investimento (API) también intervinieron el presidente de este organismo, Basilio Horta, y los ministros Manuel Pinho y Jaime Silva. "Es una inversión que el país necesita, fruto del trabajo y de la confianza en nuestra economía", dijo Horta. El ministro de Economía, Manuel Pinho, vinculó el proyecto a otros ligados al mar y a España, como los energéticos con Repsol, y los turísticos, que "demuestran la importancia transversal del mar".

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"Fuertes presiones"

El ministro de Pescas, Jaime Silva, subrayó la alternativa que la acuicultura representa para los programas pesqueros nacionales, que necesitan modernizarse para mantener la competitividad, y presentó el acuerdo con Pescanova, "del que estamos muy satisfechos", como "un modelo y un reto para otras empresas". Silva declaró más tarde que había recibido "fuertes presiones" para impedir que este proyecto saliera de galicia y "se fuera a Portugal".

La piscifactoría de Mira será un referente mundial en la aplicación de sistemas tecnológicos innovadores en la producción de rodaballo, sector en el que Pescanova ya ostenta el liderazgo mundial.

A su vez, el proyecto está diseñado de una manera integral, lo que le permitirá funcionar autónomamente. En la granja de Mira se manufacturarán piensos y embalajes para el abastecimiento de la propia planta y una potente sala de procesado diversificará la línea de producto final derivada de la cría y engorde de rodaballo. Esto permitirá a Pescanova disponer de una amplia gama de productos, desde el pescado fresco entero a las líneas de consumo elaborado (refrigerado, fileteado, platos elaborados...), en función de la evolución y demanda del mercado, que será fundamentalmente el europeo.

La implantación de Pescanova en Portugal provocó en Santiago un enfrentamiento entre el PSOE y el PP, con la petición del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, a la Xunta de que replantee sus trabas al proyecto de la empresa en Cabo Touriñán. El portavoz socialista en el Parlamento, Ismael Rego, le acusó de "demagogia y manipulación".

Rego opinó que el dirigente del PP "no entiende que las empresas gallegas salgan al extranjero" y le recordó que el Gobierno gallego ya ha acordado proyectos con asentamientos alternativos a la planta de acuicultura en Ribadeo y Xove. "No entender que las empresas gallegas se internacionalicen en sus proyectos industriales demuestra lo corto de miras que es del presidente del PP", apunta Ismael Rego. El portavoz socialista entiende que sólo "desde la demagogia y la manipulación habituales en Núñez Feijóo" se entienden sus acusaciones.

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