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El plan de puertos deportivos provoca el rechazo de ayuntamientos y vecinos

Los municipios de la ría de Vigo impugnan el proyecto por considerarlo agresivo

El lema de Portos de Galicia es más inversión y menos hormigón, pero su plan de puertos deportivos se está cargando de alegaciones que denuncian su agresividad medioambiental. Los rellenos y la ocupación marítima que supone el proyecto, que prevé triplicar el número de amarres en 12 años, están generando un goteo de protestas vecinales y políticas que se extiende por toda la costa, pero se concentra en la ría de Vigo. Los ayuntamientos del Morrazo y los de Baiona y Redondela han hecho pública su oposición, que contrasta con la defensa del valor medioambiental del proyecto que realiza la Consellería de Política Territorial, de la que depende Portos.

Sólo en la ría de Vigo y en el sur de la provincia de Pontevedra, el plan de la Xunta, aprobado en abril y que se encuentra en fase de exposición pública, contempla la creación de 4.231 nuevas plazas de atraque. En toda Galicia, el proyecto establece para el horizonte de 2020 se pase de los 11.658 amarres actuales a 32.000. Para ello, el plan director apuesta por ampliar las náuticas ya existentes, sin crear nuevos puertos deportivos.

La afirmación no es del todo exacta, ya que en Cangas se contempla el futuro y contestado puerto deportivo de Massó, el proyecto Marina Atlántica firmado por Norman Foster, con una previsión de 420 amarres. Las previsiones pasan por crear 1.600 amarres en el Morrazo, con actuaciones en Cangas como el incremento hasta 555 plazas para yates del puerto existente en el centro de lo localidad, que cuenta en la actualidad con capacidad para 293 barcos. También en Cangas se prevé aumentar la capacidad de los pantalanes de Vilariño, que pasarían de las actuales 60 a 175.

El ayuntamiento cangués fue el primero en oponerse al proyecto, postura que formalizó en una moción aprobada por el pleno y que contó con el voto a favor de todos los grupos excepto el PP, que se ausentó de la votación. La alcaldesa, Clara Millán, del BNG, ha adelantado que defenderá que no se lleve a cabo ningún plan portuario sin contar con el Ayuntamiento. El pleno respaldó el rechazo de la Cofradía de Pescadores al nuevo relleno en la zona de Ojea.

En Moaña, todos los grupos políticos han acordado negociar una alegación conjunta al plan director. Todos coinciden en su oposición al puerto de 300 plazas en O Latón y al relleno previsto en O Con. El alcalde, el nacionalista Xosé Manuel Millán, adelantó que el plan "choca" con las previsiones municipales, y calificó muchas de las actuaciones previstas de "difícilmente viables". El PSOE, con el que gobierna Millán, comparte el rechazo.

También en Bueu el Plan Director de las Instalaciones Náutico Deportivas ha generado rechazo en el ayuntamiento. Su alcalde, Félix Juncal, del Bloque, ha mostrado su intención de presentar alegaciones, al considerar "excesiva" la oferta de 430 amarres y 100 plazas en una marina seca que prevé Política Territorial. Juncal propone una actuación "más razonable".

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En Redondela, Portos prevé transformar el pequeño puerto deportivo de Chapela, de 182 plazas, en una gran náutica con capacidad para 639 embarcaciones, para lo que será necesario ejecutar un relleno de 15.000 metros cuadrados frente al actual paseo y ocupar una superficie de lámina de agua de 55.000 m metros cuadrados. Representantes de todos los grupos políticos y de distintos colectivos sociales, aglutinados en el Consello Parroquial de Chapela, han expresado su rechazo unánime a la propuesta. El gobierno local, de coalición PSOE-BNG, ha presentado una alegación respaldada por el PP.

El otro de los focos de rechazo se sitúa en Baiona, donde se pasará de las 632 plazas actuales a 1.622 en 2020. El gobierno local, presidido por el Partido Popular, considera estas cifras "excesivas y desmesuradas".

Alerta ecologista

La proliferación de puertos deportivos prevista en el plan de la Xunta ha puesto alerta a la asociación ecologista Greenpeace, que en su informe Destrucción a toda costa de 2008 sitúa el proyecto de Política Territorial entre los más agresivos de los que amenazan el litoral gallego. "Galicia quiere aumentar sus puertos deportivos a pesar de que presenta uno de los porcentajes más elevados de amarres por embarcación, superando en diez veces a Italia que, a su vez, tiene diez veces más costa que Galicia", destaca el documento en sus primeras líneas.

La organización ecologista acusa a la Consellería de Política Territorial de no tener en cuenta "los impactos ambientales negativos que tendrá la construcción de nuevos amarres deportivos". Y añade: "Especialmente preocupantes son los espacios de titularidad pública que perderán toda su riqueza natural, algo que tendrá un impacto directo sobre el turismo que disfruta de playas y sectores como la pesca y el marisqueo, que suponen 20.000 empleos directos y son responsables del 10% del PIB gallego". Greenpeace celebra que se opte por ampliar puertos ya existentes frente a la creación de otros nuevos, pero advierte de la amenaza que el plan supone para Cedeira, Bueu, Cangas y Baiona.

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