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El pop existencialista de Laetitia Sadier seduce en Santiago

Los seguidores del grupo Stereolab eran mayoría en la noche del domingo en Santiago para ver a la cantante de la banda británica, Laetitia Sadier, que presentaba en directo su primer disco en solitario, The trip, dentro de la edición compostelana del festival Sinsal. El evento sigue apostando por conciertos que no tienen cabida en la agenda de las grandes productoras. El Salón Teatro rozó el lleno en una noche que no invitaba demasiado a salir de casa. Las entradas a tan solo cinco euros contribuyeron al éxito de la convocatoria. Ojalá que cunda el ejemplo.

La propuesta musical de Sadier está evidentemente inspirada en su recorrido como vocalista de Stereolab a lo largo de dos décadas. Sin embargo, al mismo tiempo, sabe exhibir elementos propios que la convierten en algo más que un producto destinado al olvido en el que suelen convertirse muchas aventuras en solitario de vocalistas de bandas que han pasado a mejor vida. Fue apenas una hora de concierto pero dio para mucho y permitió descubrir a una intérprete que sabe apartarse del sendero trillado para buscar nuevos caminos musicales. Por lo que pudo verse en Santiago, la trayectoria musical de Sadier puede convertirse en un sustituto adecuado si se confirma la posibilidad de que Stereolab no vuelvan a grabar juntos.

Sadier se presentó en el escenario del Salón Teatro acompañada tan solo por su guitarra eléctrica, pero no necesitó más instrumentos para construir junto con su voz, inconfundible para la mayoría del público, un viaje musical en el que cantó sobre las preocupaciones más comunes del ser humano, desde la situación de una pareja tras un divorcio a los problemas amorosos que afectan a la mayoría de las personas.

Entre canción y canción, Sadier aprovechó para dirigirse al público y hablar como si estuviese en el salón de su casa sobre la gran impresión que le había producido una ciudad como Santiago o su admiración por los españoles y su forma de hacer las cosas "con el corazón". Tampoco se olvido de comentar la actualidad política y dedicó uno de sus temas a la gente de Oriente Medio que "lucha por sus derechos". La preocupación de Sadier por la política viene de lejos y no hay más que recordar el disco Socialismo o barbarie, que grabó con Monade, otra banda que integra de forma paralela a Stereolab.

Sadier demostró que no a todas las figuras de la música se les ha subido el ego a la cabeza y se mostró muy interesada en hacer llegar al público lo que se le ocurría en cada momento del concierto. Hasta se permitió pedir que no la hicieran retirarse para que luego los aplausos le obligasen a tocar el consabido bis. Pese a que el concierto no superó los 60 minutos, la intensidad del mismo hizo que a la mayoría del público le pareciese suficiente.

Las próximas convocatorias del festival Sinsal llegarán en unas semanas con la presencia del guitarrista folk José González en Vigo el próximo 2 de abril y la del grupo californiano The Dodos en Ferrol el 28 del mismo mes.

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