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Reportaje:

A prueba de falsificadores

Una pyme de Vigo inventa un sistema que detecta documentos fraudulentos

María Fernández

Ni tinta invisible, ni hologramas, ni papel timbrado. Ninguno de estos sistemas de seguridad se suele aplicar en documentos que creemos oficiales y que pueden no serlo. Un certificado de empadronamiento, la vida laboral, un contrato o un diploma universitario son papeles susceptibles de ser tan falsos como un billete de seis euros. Para modificarlos sólo hace falta tener ganas de delinquir, un poco de paciencia y un programa de diseño gráfico. Y cualquiera nos da gato por liebre.

Durante dos años, esta cuestión trajo de cabeza a un equipo de ingenieros de telecomunicaciones de la Universidad de Vigo. Después de innumerables pruebas, valiéndose de las nuevas tecnologías asociadas con la firma digital y el DNI electrónico, aseguran haber dado con la solución, que han bautizado con el nombre de fividoc. Al hilo de su hallazgo fundaron en enero una spin-off (empresa creada bajo el amparo de la universidad)que cuenta con la participación de Unirisco (sociedad de capital riesgo) y que surge como extensión de su trabajo en el departamento de Teoría de la Señal y Comunicación de la Escuela de Telecomunicación.

"No tenemos miedo de que nos roben la idea, no es nada fácil hacerlo"
Bit Oceans se ha propuesto crecer a un ritmo del 400% cada año

El mecanismo parece sencillo: una aplicación informática asocia cada documento con una marca impresa en él, de modo que, cuando se verifica (escaneándolo desde cualquier equipo convencional) se detectan las posibles variaciones fraudulentas que se hayan realizado sobre el original. "Esto quiere decir", en palabras de Alberto Malvido, uno de sus socios, " que los documentos que firmamos electrónicamente también pueden ser válidos una vez que se pasen al papel".

La empresa, llamada Bit Oceans, -océanos de bites, traducido al castellano- , pretende convertir este sistema en un estándar para las administraciones, colegios profesionales, bancos, empresas de seguros, universidades, registros y para cualquier tipo de colectivo que quiera estar a salvo del fraude. Por ahora lo han conseguido en algunos ayuntamientos gallegos, y se han marcado con ello crecer un 400% cada año.

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Calificada como empresa innovadora de base tecnológica, Bit Oceans ha empezado, tras solicitar la patente de su producto, a cosechar varios premios. Pero el mercado es quien tiene la última palabra sobre el éxito o el fracaso del invento fividoc. "No creemos haber descubierto la fórmula de la Coca-Cola, pero sí estamos convencidos de que tenemos algo que nadie ha logrado y que, además, no es fácil de desarrollar. El tiempo que hemos invertido y el conocimiento que tenemos en este momento son dos ventajas competitivas por las que no será fácil robarnos la idea", señala Malvido.

Los cerebros de Bit Oceans, son, además de Alberto Malvido, sus socios. Uno de ellos, Fernando Pérez, dirige el Centro Tecnológico de las Telecomunicaciones de Galicia, ha publicado cuatro libros y medio centenar de artículos en revistas especializadas. Inventor de cuatro patentes, es además gestor del área de tecnología y electrónica del Plan Nacional de I+D del Ministerio de Educación y Ciencia. El tercer componente del equipo, Óscar W. Márquez, ha liderado desde la Universidad más de diez proyectos de investigación. La empresa Optare Solutions también es parte del accionariado.

Su objetivo más inmediato, además de trabajar en sistemas de privacidad de datos, voto electrónico y seguridad digital, está en conseguir un socio tecnológico para alcanzar la dimensión que desean. Lo intentarán buscando acuerdos con grandes compañías TIC españolas.

Del lado de los clientes, muchas organizaciones ya han mostrado su interés en conocer de cerca la herramienta, y algunas no se lo creen: "Hemos tenido que falsear documentos para hacer demostraciones más gráficas. Así sí es más fácil llegar a comprender hasta qué punto podemos, por ejemplo, alterar una cifra en un contrato o modificar una firma en un documento PDF sin que nadie, excepto nuestra herramienta, se dé cuenta".

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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