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Reportaje:

El rap de Rosalía de Castro

La cantante viguesa AID enseña a los estudiantes a rimar en gallego

"Baixo o luar, tras esa lúa, paseniño vou dando pasos pola beirarrúa, vou o meu. Hoxe hai brétema, e a city ten un ceu de seu". Detrás de estas rimas, está la voz inspiradora de Rosalía de Castro y el ritmo de una joven viguesa que ha vuelto los ojos hacia la poesía para galleguizar el rap. La Xunta ha encontrado en el hip hop una vía para acercar el gallego a los jóvenes y mostrarles que hacer música en gallego también mola. La embajadora de la iniciativa es AID -Aída Alonso Iglesias-, una viguesa de 19 años, morena y menuda, que marca tendencia con su primer trabajo. Jugando, se titula, se editó en febrero e incluye dos temas en gallego: Aí non y Non importa.

Respaldada por la Secretaría Xeral de Política Lingüística de la Xunta, que impulsa esta iniciativa a través de la editorial A Nosa Terra y con la colaboración del Ayuntamiento ferrolano, AID ejerció ayer de profesora en Ferrol y enseñó a los alumnos de 3º y 4º de la ESO de tres centros de la ciudad como improvisar un rap. Retranca y un toque poético a base de ritmos rápidos basados en rimas canallas y controvertidas, que también esconden un trasfondo amargo de crítica social hacia la desigualdad y la falta de oportunidades.

"Se trata de impulsar el idioma en actividades modernas para los jóvenes"
Canta en gallego porque le "sale de dentro" y por la rima fácil

Aunque cuenta 30 años de historia, el hip hop no ha pasado de moda y todavía entusiasma a los adolescentes. "Se trata de impulsar acciones que buscan crear nuevos espacios para la presencia del idioma a través de actividades que a los jóvenes les parecen modernas", explica Beatriz Bascoy, técnica de normalización lingüística de Ferrol. El obradoiro Creando hip hop persigue la normalización del gallego en todos los planos.

Durante algo más de una hora, sentados en el suelo del gimnasio del instituto de Esteiro, unos 140 chicos de 15 y 16 años, estudiantes de secundaria de los IES Saturnino Montojo, Sofía Casanova y Carballo Calero emularon ayer al rapero Eminen en versión autóctona, guiados por AID, estudiante de Telecomunicaciones en la Universidad de Vigo, que apenas lleva tres años a sus alumnos hip-hoperos. La gripe hizo mella y hubo alguna baja, pero no le restó éxito a la iniciativa que se organizó dentro del horario lectivo. "Esto mola más que estar en clase", bromean.

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El hip hop nació en las neoyorquinas calles de Queens y el Bronx en los 70 y se popularizó por su lenguaje directo y a menudo soez, pronto adornado con bailes imposibles (breakdance) y graffitis. "El rap es la imagen de la persona que lo hace. Puede ser macarra y violento o no. El mío es crónica de vida, casi un diario", explica Aída Alonso.

Como artista, AID ha mezclado estilos e influencias en su coctelera personal para dar rienda suelta a su "pasión". Precoz y talentosa, cuenta que con 12 años ya rimaba y en 2008 arrasó en el festival Heineken de Valencia. Fue la rapera más joven en adjudicarse el trofeo por delante de 1.300 aspirantes y ahora exhibe su arte en la Red a través de MySpace. Confiesa que admira a Rosalía y que su poema A xustiza pola man la inspiró más de una vez. También recurre a otros poetas como Antonio Machado y Bécquer que contra todo pronóstico resultó ser un romántico "muy moderno" en su opinión. Dice que canta en gallego porque le "sale de dentro" y porque es un idioma melódico de rima fácil. Traduce el flow -estilo y ritmo de cada rapero- por xeito y asegura que, aunque también canta en castellano "no tiene más ventajas" que el gallego. En ambas lenguas echa en falta el ritmo rápido del inglés. "Está guay que las cosas divertidas se hagan en gallego. Música, Sin Chan y series. Es la mejor forma de llegar a la gente, mejor que imponerlo", opina la cantante viguesa. Con una gorra rosa de medio lado y una amplia sudadera como seña de identidad, AID cantó sus temas, reclutó voluntarios entre el público y los animó a probar suerte con las rimas y corear canciones.

La reina del hip hop gallego no actuó sola. Arrastró a un grafitero local, Zeiko, y a dos b-boys, como se conoce a los aficionados al breakdance. Rubén, de 22 años que integra los Inthecisos Crew de Vigo, y Álvaro, un joven ferrolano hicieron una exhibición de pasos de breakdance. A trompicones por culpa de la megafonía, Rubén fue explicando como los dominicanos del Bronx adaptaron la salsa al rap e imitaron el gesto de un disparo como parte de un repertorio, que incluye los meneos de James Brown. Con un baile que los dejó sin aliento, los b-boys se llevaron los mejores aplausos y la admiración de media docena de imitadores con gorras. "Cántame una copla de ésas", pidió una abuela a su nieto a la salida del centro.

La próxima parada, de un total de una docena, será el viernes en A Coruña.

Uno de los <i>b-boys</i> practica el baile denominado <i>breakdance</i> ante la expectación de alumnos de los institutos de Ferrol.
Uno de los b-boys practica el baile denominado breakdance ante la expectación de alumnos de los institutos de Ferrol.GABRIEL TIZÓN

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