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La reconversión de Alfageme choca con el plan de urbanismo de Vigo

La calificación del suelo de la fábrica matriz rompe sus previsiones financieras

La reconversión de la conservera Alfageme, que se desarrolla con éxito, ha tropezado en Vigo con el plan general de urbanismo. La orden de Política Territorial que aprueba el plan no acepta la calificación para la parcela de la fábrica de suelo urbano consolidado, como proponía el Ayuntamiento, sino que obliga a catalogarlo como no consolidado, lo que obliga a ceder terrenos para equipamientos o dominio público y, lo que es más determinante, un aprovechamiento del 10% de la edificabilidad. La conservera confía en que esa catalogación se corrija como un "error", pero en el ayuntamiento entienden que la Xunta lo ha ordenado de manera reflexionada, como indica su reiteración.

Bernardo Alfageme, S.A., la conservera más antigua de España (1873), fue comprada en fase de quiebra por el Grupo Lar, dedicado fundamentalmente a la promoción y construcción inmobiliarias. Tiene cuatro factorías en Vigo, Vilanova, Cambados y O Grove, con 320 empleados. Su reconversión, que ya está en marcha con innovaciones como la sustitución de la lata por envases de plástico, pasa necesariamente por el cierre y venta de las cuatro plantas, previos convenios urbanísticos con los ayuntamientos respectivos, y la construcción de una nueva en O Morrazo, donde también están apalabrados los terrenos al efecto.

Pese a la impronta inmobiliaria de la operación, el Grupo Lar, y singularmente su presidente, Juan Lago, se ha dejado seducir por el negocio conservero, ha dotado la división de nuevos directivos y las ventas han crecido un 33% en el último ejercicio, lo que alienta sus expectativas productivas al margen del ladrillo. Para cerrar la reconversión, acordada con la Consellería de Industria, los propietarios necesitan las plusvalías de la venta de las actuales factorías (unos 100 millones de euros) para construir la nueva.

"No hay afán de especulación", aseguran fuentes de la conservera, que niegan toda relación en los proyectos para ella con los inmobiliarios del Grupo Lar, con intereses urbanísticos en otras partes de Vigo y en O Morrazo, donde el decaído plan general de Cangas incluía un convenio urbanístico con Promalar, una de las filiales del grupo, para construir no menos de 5.000 viviendas en los montes de Aldán. Los terrenos de Alfageme en Vigo, sin embargo, "no se venderán a ninguna empresa del grupo". Tampoco realizarán su desarrollo urbanístico, sino otras promotoras externas. "Y el asunto está ya pactado con Industria, de modo que será la propia Xunta la que tenga que resolverlo como un error", concluyen.

En el anterior mandato municipal, empresa y sindicatos (UGT y CIG), por un lado, y el ayuntamiento, por el otro, firmaron un convenio urbanístico sobre la parcela (44.837 metros cuadrados) con el edificio matriz de la conservera, de 17.850 metros. Ahora trabajan ahí 119 empleados. Unos 2.000 metros de la superficie fabril se reservan para museo de la conserva y todo lo demás, respetando la fachada monumental del inmueble, pasará a tener uso residencial, con previsiones de construir 450 o 500 pisos.

Si finalmente la parcela es catalogada como suelo urbano no consolidado, según ordena Política Territorial, el equivalente de unas 50 viviendas tendría que ser transferido directamente al Ayuntamiento, y esa cuantía condiciona los planes de reconversión de la conservera, según sus fuentes. Una reunión con el concejal de Urbanismo, José Mariño, sólo sirvió para emplazar las soluciones en el marco de competencias de Política Territorial, que por segunda vez ha desautorizado la citada catalogación municipal del suelo, tras insistir los responsables del urbanismo local en validar en el plan general el convenio que la Xunta había ya desautorizado.

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Álvarez y Cordelerías

El plan general de urbanismo de Vigo tendrá impacto sobre otros dos solares fabriles históricos de la ciudad, el del Grupo de Empresas Álvarez en Cabral y el de Cordelerías Mar en Beiramar, que se convierten en suelo residencial. En ambos pesan intereses de los trabajadores, aunque, con respecto a Alfageme, se hacen más remotos y confusos, según fuentes sindicales, porque los convenios que los contemplan fueron firmados ya en la pasada década, se dirigían a obtener compensaciones por deudas salariales cuando las empresas entraron en quiebra y ahora esos derechos se han transferido en muchos casos a intermediarios.

Los solares de Álvarez en Cabral ya estaban catalogados como suelo urbano no consolidado, por lo que la novedad en relación con el plan general es un incremento en la reserva de suelo para vivienda protegida que acaso obligue al promotor, Construcciones Castro, a renegociar la parte que corresponda a los trabajadores.

La catalogación de la parcela de Cordelerías Mar (22.000 metros edificables)en la orden de Política Territorial corre, sin embargo, la misma suerte que la de Alfageme y con el Grupo Lar de promotor: deberá considerarse suelo urbano no consolidado y ceder el 10% de su aprovechamiento urbanístico.

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