La reunión de Radio Océano se convierte en tributo a la movida
La plana mayor del punk galaico participa en el homenaje
No faltó ni siquiera Antón Patiño, el autor de la portada de Nin falta que fai (1985) y hoy cotizado pintor. La reunión de Radio Océano, 23 años después de separarse y a 25 de su único elepé, terminó convirtiéndose en un quién es quién de la movida ochentera del noroeste. Porque aunque los de Johnny Rotring y Ross Mero abanderaron el atlantismo coruñés, el estado mayor de la movida viguesa también compareció el jueves en la abarrotada Sala Nasa de Santiago. Y el tributo a los autores de Terra Cha enseñó, además, que sí había futuro para algunos de la generación del no future: entre los que subieron al palco había incluso un ex secretario general de la Xunta bipartita.
El pórtico de la velada corrió a cargo de Os Tres Trebóns, la guerrilla de speed-corridas comandada por Xurxo Souto. Precisamente del teórico bravú salió la iniciativa del homenaje a Radio Océano y a ello se dedicó armado de acordeón y con velocidad ramoniana. La palabra de orden, "o atlantismo somos nós". Justo después, O Leo recuperó la transmutación de La chica de ayer en O vertedoiro de Bens, efectuada por Xosé Manuel Pereiro Rotring ya en los noventa, y junto a Marcos Payno, de GalegoZ, escaló a una de las cumbres de la noche: una versión de Narcisismo, inédita en disco y con letra de Lois Pereiro, enfocada con la misma lente que el Alan Vega pos-Suicide.
Fue entonces cuando el otro Pereiro apareció en escena. Al mando de una eficaz banda -Martin Wu de The Homens a la guitarra y Antón y Santiago Papaqueixos en la sección rítmica-, Rotring recuperó el escaso repertorio de Radio Océano. Sus maneras espasmódicas, a lo Ian Curtis pero con voz perruna, se fueron relajando a medida que subían invitados. Vituco de Ruxe-Ruxe, el más joven de ellos, abrió una veda por la que desfilaron Cisco Novo, Miguel Costas, Antón Losada, Julián Hernández con el puño en alto y enguantado en negro o, la colaboración más estrambótica, Uxía Senlle.
Con Antón Reixa, las balas comenzaron a silbar. "Radio Océano eran avanzados a su tiempo", ironizó, "cantaban en bilingüe: 'Esto no es Hawai (nin falta que fai)". Ese haiku punk funcionó a modo de estribillo de la jornada y sonó hasta cuatro veces, la última con el grupo original (Pablo Iglesias, Santiago Ross Mero, Sito Evangelista y Dani Punta) sobre el escenario. Media docena de originales, con guitarras bordeando el heavy, llevaron las más de tres horas de concierto a uno de los finales menos punk posibles: una versión de los portugueses Sétima Legião, Como o vento, a modo de We are the world con más de 20 personas berreando sobre las tablas.