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Los sindicatos se levantan de la mesa de negociación sobre el decreto del gallego

El borrador llega al Consello Escolar con el rechazo de nacionalistas, UGT y CC OO

Pablo Linde

Había muy poco que discutir. Las diferencias entre la Consellería de Educación y los sindicatos del sector con respecto decreto del plurilingüismo eran tan grandes que poco después de sentarse a negociar, los representantes de los trabajadores se marcharon dando por imposible cualquier avance. Así terminó ayer la mesa sectorial de educación en la que, de los cinco sindicatos, sólo se quedó el minoritario ANPE.

Los demás, CIG, CC OO, UGT y STEG ya comienzan a estudiar medidas contra el decreto, sin descartar otra huelga. El mayoritario, la CIG, llama directamente a la insumisión a los profesores. "Les pedimos que cumplan la Ley de Normalización Lingüística, la insumisa es la Xunta", matiza el responsable de Ensino del sindicato, Anxo Louzao. Los demás creen que la norma no se va a cumplir. En palabras de Xosé Cabido, de STEG, "nace muerta".

El desencuentro estaba claro antes de sentarse a negociar. Había unas líneas rojas que ni sindicatos ni consellería iban a cruzar. Todos los representantes de los trabajadores, incluidos los de ANPE, rechazan la capacidad de elección de las materias por parte de los padres por "antipedagógico y conflictivo" y el que el alumno se pueda dirigir al profesor en la lengua que prefiera porque "resta autoridad a los docentes". Los que se levantaron de la mesa, además están en contra de la distribución del 50% entre el gallego y el castellano. Consideran que para que haya equilibrio hay que favorecer a la lengua en desventaja: el gallego. Aunque los padres pueden elegir los idiomas de las asignaturas principales, la administración preestablece que las técnicas (matemáticas, física, tecnología) sean en castellano, lo que en opinión de estos sindicatos desprestigia aún más a la lengua propia de Galicia.

En educación infantil consideran que en la práctica se utilizará únicamente castellano, ya que el decreto establece que el idioma predominante será el vehicular. "Muchos padres elegirán el castellano por prestigio", opinó Xosé Fuentes, de CC OO.

Pero todos estos son puntos que la Xunta ni se plantea tocar. Tras la espantada de los sindicatos, el director general de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, afirmó que "durante estos meses, ya se incorporaron diferentes elementos" al texto base. "Conforman una propuesta de decreto que está bastante maduro y perfilado para ser llevado al Consello Escolar y al Consultivo", explicó tras acusar a las organizaciones sindicales de preferir "estar en huelgas y manifestaciones preventivas a colaborar en un marco de negociación, iniciado ya en diciembre".

La única concesión que la consellería hizo a ANPE fue cambiar una palabra que este sindicato considera importantísima. El texto establecía que tras la votación de los padres sobre los idiomas, la decisión debía ser avalada por el "consejo escolar". Al no poder decidir, ANPE consideraba que esto ponía en un brete a los centros, por lo que pidió que lo avale la "Administración".

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Lorenzo, que por la tarde compareció en el parlamento a contestar las preguntas del BNG sobre el decreto, se ratificó en que el texto "responde a demandas sociales, se define por el uso de dos lenguas oficiales y pretende favorecer igualdad de ambas".

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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