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Reportaje:

El superrodaballo nace en Galicia

Científicos gallegos descubren la vía para obtener ejemplares de mejor salud y crecimiento

Sonia Vizoso

La genética del rodaballo ha dejado de ser un misterio para la ciencia. Después de una investigación de dos años, medio centenar de científicos gallegos han logrado dibujar el mapa genético de esta especie que las piscifactorías del país exportan a todo el mundo. Este descubrimiento y la identificación de 3.500 de los 25.000 genes con los que cuenta este pez permitirán a las empresas acuícolas seleccionar los ejemplares con más capacidad de crecimiento y resistencia a las enfermedades, lo que disparará su producción.

El trabajo ha contado con un presupuesto de 900.000 euros y en su desarrollo han participado las universidades de Santiago y Vigo, las consellerías de Industria y de Pesca y las empresas del Clúster de Acuicultura. Los científicos coordinados por Paulino Martínez, del Departamento de Genética de la Facultad de Veterinaria de Lugo, han identificado 3.500 de los 25.000 genes que tiene el rodaballo en un microarray (serie ordenada de muestras de ADN en una pequeña lámina de cristal) y han ubicado 300 marcadores genéticos en sus 22 pares de cromosomas. Estas dos herramientas permitirán seleccionar genéticamente los ejemplares con menos propensión a enfermar y con posibilidades de crecer más rápido.

Con este avance, las piscifactorías producirán más y se ahorrarán fármacos

"No hacemos manipulación genética", subraya Martínez, "diseñamos herramientas para selección genética". El proyecto continúa. Después de dar forma al mapa genético y al "microarray", los investigadores trabajan ahora en detectar con estas herramientas los genes que revelan una mayor resistencia a las enfermedades y una mayor capacidad para engordar y aumentar de tamaño.

Cuando este avance científico se aplique, las piscifactorías podrán, por ejemplo, obtener poblaciones formadas sólo por hembras, que alcanzan la talla idónea para ser comercializadas cuatro meses antes que los machos. Actualmente, estos peces criados en cautividad tardan entre año y medio y dos años en salir de las plantas acuícolas para ser vendidos.

Los responsables de las granjas marinas de rodaballo estarán capacitados además para elegir a los ejemplares más sanos, por lo que se ahorrarán mucho dinero en fármacos. Hoy en día, los técnicos de estas instalaciones realizan "vacunaciones masivas" y "muy costosas". "Las piscifactorías ya realizan programas de selección genética pero son tradicionales, se hace por familias", explica el coordinador de la investigación que ha diseñado herramientas para llevar a cabo estos procesos a través de los genes y mejorar su eficacia.

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Galicia es líder mundial en la producción de rodaballo y en la investigación científica sobre acuicultura, ya que en la comunidad se elabora más de la mitad de las publicaciones relacionadas con el sector. Sin embargo, los grupos de investigación son pequeños y están poco coordinados, por lo que el proyecto sobre la genética del rodaballo, que se presentará el viernes en Vigo, supone un "hito" en el desarrollo gallego del I+D. Aunque los principales beneficiados por su resultado son las empresas de acuicultura, el 85% de la financiación del trabajo ha sido aportado por la Xunta y la Universidad de Santiago.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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