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El tractor no es para cualquiera

La subestimación del riesgo y la antigüedad de la maquinaria agrícola son las principales causas de accidente laboral en el campo gallego

En lo que va de año, 12 personas perdieron la vida en accidentes de tractor. El recuento es posible gracias a las secciones de sucesos de los periódicos, porque en las estadísticas oficiales no hay ni rastro de esta docena de siniestros mortales: según los datos que maneja el Instituto Galego para a Saúde e a Seguridade Laboral (ISSGA), dependiente de la Consellería de Traballo, en los primeros cuatro meses de 2011 no se produjo ningún accidente mortal relacionado con el uso de maquinaria agrícola. La diferencia entre una cifra y otra obedece a que el siniestro no siempre va seguido de un parte de accidente laboral y a la escasa profesionalización de la que sigue adoleciendo el campo, sobre todo entre los agricultores de más edad. Buena parte de los accidentados son labradores ya jubilados o trabajadores a tiempo parcial que no están dados de alta en la actividad agraria. Oficialmente, sus accidentes laborales no existen.

El 33% del parque móvil tiene más de 20 años y sigue en uso

Antonio Ferreiro, coordinador de formación del Sindicato Labrego Galego (SLG), describe el perfil más habitual de la víctima de accidentes de tractor. Varón, de más de 55 años y conductor de una máquina que carece de estructuras de protección. Estos mecanismos, que resguardan el cuerpo del piloto en caso de vuelco del vehículo -la primera causa de accidente-, son obligatorios desde 1993 salvo en los tractores que no superen los 600 kilogramos de peso, aunque en la mayoría de los percances están implicadas máquinas pequeñas y estrechas, más inestables. "Es raro que haya un accidente grave si el tractor tiene estructuras de protección", asegura Ferreiro, autor del Estudo sobre a siniestralidade no uso de maquinaria agrícola, publicado por el Sindicato Labrego en 2007. A través de 200 entrevistas realizadas en comarcas ganaderas, llegó a la conclusión de que la antigüedad de las máquinas - el 33% del parque móvil gallego tiene más de 20 años-, unida a la elevada edad de los conductores y al deficiente control de las medidas de seguridad y revisiones a las que están obligados los vehículos forman el cóctel ideal para un accidente. El año pasado se compraron 1.139 tractores. Cada máquina cuesta, como mínimo, 20.000 euros.

Solo durante la segunda semana de mayo, fallecieron tres personas por este tipo de siniestro. La víctima de Rairiz de Vega era un jubilado de 76 años que quedó atrapado bajo el vehículo. El fallecido a principios de abril en Quiroga tenía 74 y el herido grave en Pantón mientras trabajaba en sus viñedos, 70. Con la maquinaria agrícola sucede lo mismo que con los turismos: no hay un límite de edad para dejar de conducirlos.

"El problema no está tanto en la falta de destreza o en la complejidad de la maquinaria, sino precisamente en que es un vehículo que se conoce bien, por lo que es fácil subestimarlo", señala Ferreiro. Convencer a un agricultor de que su vehículo puede ser peligroso -este tipo de accidentes son la principal causa de muerte laboral en el campo- no es tarea fácil. La concienciación se da de bruces con la ausencia casi total de controles. En las pistas rurales por las que circulan tractores apenas hay vigilancia policial. No es raro ver a adolescentes al volante de un tractor ni a ancianos que ni siquiera tienen el carné de conducir, el requisito mínimo para manejarlo. "El uso es intergeneracional y, para los varones jóvenes, conducir es una muestra de virilidad. Pero hay que abandonar la idea de que un tractor puede conducirlo cualquiera".

La Consellería do Medio Rural subvenciona actividades de formación para asociaciones agrarias, pero estas se topan con el desinterés de los destinatarios. "La demanda es muy escasa. Todo el mundo solicita cursos de gestión informática de la explotación, introducción a la agricultura ecológica o dispensación de productos fitosanitarios", dice Ferreiro.

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El Rexistro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA) tiene censados 131.000 tractores en Galicia, aunque en uso solo están unos 120.000. De ellos, 39.600 tienen más de dos décadas. Sobre estas máquinas, el control es menor porque fueron adquiridas cuando aún no existía una normativa estricta sobre seguridad. En 1997 se regularon por primera vez los requisitos mínimos de protección con los que debían contar los tractores y en 2008 se fijaron las normas de comercialización.

Las cifras

- Tractores en uso. En Galicia hay 131.000 tractores, de los que estan en uso unos 120.000. De estos, 39.600 tienen más de 20 años.

- Percances leves. Según los datos que maneja la Consellería de Traballo, en el primer trimestre del año no ha habido ninguna víctima mortal por accidentes con tractor agrícola. En total ha habido 10 accidentes hasta el mes de abril, ocho de ellos leves y dos graves.

- Cuatro muertes en 2011. Tráfico contabiliza los accidentes en función del tipo de vehículo con el que se producen. En carretera, han tenido lugar cinco siniestros mortales, uno grave y otro leve. Tráfico también registra otros dos accidentes, sin muertos, en los que el herido ha sido el pasajero.

- 25 fallecidos desde 2007. En cuatro años, han muerto en accidentes en tractor 25 personas, en carretera o en zona urbana

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