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Columna
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O vello Valle vive

Debemos buscar buen acomodo a Valle-Inclán entre nosotros. Tiene digna tumba en el cementerio santiagués de Boisaca. Tratar con los muertos, traficar con cenizas, se nos da bien (si exceptuamos a los paseados, que siguen enterrados en cualquier cuneta deliberadamente olvidada), pero no sabemos qué hacer con este personaje y su obra. Y como nos quema un poco en las manos y nos confunde dejamos el tema aparcado. Y es lástima para Valle y, sobre todo, para Galicia. Valle no es de nadie, ni siquiera de todos, es de Valle. Es tan maniáticamente, fieramente personal que no hay manera de apropiárselo. Por eso es como un fantasma gigante, presente y ausente, que planea sobre la literatura española en general. Sobrevuela y, cuando miramos hacia arriba, allí está.

A Valle lo lee quien gusta de la literatura. A Valle lo quieren y lo representan las gentes del teatro, los cómicos. Pero a Valle lo trata la academia igual que lo trató, con distancia y recelo, pues aún muerto sigue vivo y actuante. Su obra sigue en movimiento y no se deja fijar. Quienquiera que quiera tratar con Valle debe saber que tiene aristas y no se deja atrapar. Pero algún modo tenemos que tener los gallegos de tratar con él, pues lo merece, nos interesa y me atrevo a decir que lo necesitamos.

Lo merece porque es un creador genial, y ninguna sociedad que no sea autodestructiva deja de reconocer los méritos de uno de sus hijos. Lo sensato es celebrarlo y enorgullecerse. Y lo merece, además, porque su obra construye una proyección estética de Galicia. Todo Valle es fecundo, pero la parte más extensa y densa arranca y se nutre del humus y la historia de nuestro país. Galicia es la gran materia prima para su creación literaria.

Claro que su obra, excepto dos o tres poemas, está en castellano. Es una consecuencia más de nuestra historia anormal, de nuestra dependencia, pero ésa es nuestra realidad y solamente pisando la realidad puede ser ésta cambiada. Pero, en gallego o en castellano, la obra de Valle está unida a Galicia y nosotros estamos unidos a la obra de Valle. Aceptemos ese vínculo con gusto, pues nos interesa. El principal patrimonio de Galicia, cultural, identitario, es su lengua. Es la cabecera de un gran romance que hablan millones de personas en el mundo, debemos partir siempre de esa conciencia y, por tanto, debiéramos ser capaces de existir en nuestra lengua y también de expresarnos hacia el mundo en ella. A ello se deben dedicar energías; es necesario y vale la pena. Pero no debemos desperdiciar nada de lo que tenemos. Y Valle y su obra son algo valiosísimo que debiéramos sentir que es muy nuestro.

Pero es que, además, lo necesitamos tanto. Lo necesita la literatura gallega. Por ello es comprensible y necesario el intento de traducirlo y representarlo en gallego. No lo necesita Valle, no lo necesitamos los lectores, pero lo necesita el gallego literario; necesita tensarse, recrear, interiorizar el esfuerzo estético que hizo Valle. Le viene muy bien a nuestra lengua literaria. Y también le viene bien a nuestra literatura integrar la figura de escritor que representa Valle: inaprensible, díscolo, rebelde, molesto, incómodo, necesario, personalísimo..., libre. "Extravagante", como lo llamó el general Primo. Extravagante en todos los sentidos, vagando por fuera del cercado estético, del cercado académico, del cercado de lo establecido.

Y, también, le viene muy bien a esta sociedad que, luego de la amputación salvaje que fue el Movimiento y el régimen nacionalcatólico, luego del conformismo, de la castración indolora, de la vulgaridad y el volar bajo, muy bajo, que ha sido esta autonomía traicionada, necesita conocer lo que es ser libre, vivir libre, a través de figuras como Valle. Una figura salida de un tiempo en que la historia estaba abierta en la conciencia de la gente. Hoy la historia, como siempre, está abierta, pero nos hemos acostumbrado a ser serviles.

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Perdonen que insista: busquemos un acomodo a Valle. Tenemos kilómetros cuadrados de instalaciones culturales, una Cidade da Cultura. Hagamos, convoquemos al mundo aquí a conocer a un artista y a una obra original. Y que es un poco nuestra. O vello Valle vive.

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