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Otro vertido de combustible obliga a cerrar la ría coruñesa

Otro vertido de combustible, esta vez 2.000 litros de gasoil procedente de una gasolinera, obligó a decretar el cierre de toda la ría coruñesa de O Burgo. Es la segunda vez en menos de dos meses que los mariscadores y pescadores de la zona, que llevaban cinco años sin poder faenar por la elevada contaminación fecal de las aguas, se ven forzados a paralizar su campaña extractiva.

La Xunta dio ayer por la tarde por controlado este nuevo vertido, a las 24 horas de detectarse y desplegar barreras así como material absorbente. Pero esperará unos diez días por los resultados de los análisis del agua para decidir levantar la veda. "Apenas se aprecia presencia de combustible en el agua", aseguró ayer la Consellería do Mar.

A diferencia del vertido de 35.000 litros de queroseno que obligó a cerrar por contaminación la ría coruñesa a principios de septiembre, este segundo derrame parece debido a causas accidentales. La Xunta solo informó ayer de esta nuevo foco de contaminación detectada el miércoles, aunque resaltó que todo el marisco extraído antes del cierre de la ría fue paralizado en las depuradoras para garantizar que no se ha visto afectado por el gasoil.

Tras paralizarse toda actividad marisquera y pesquera, el servicio de Gardacostas, junto con la policía y la Guardia Civil, decomisó en la noche del miércoles al jueves 34 kilos de almeja y berberecho extraído ilegalmente e identificó a un furtivo, mientras otros cinco se dieron a la fuga.

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