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El veterano Alice Cooper enseña en Santiago su 'hard rock' de guiñol

Elepés como Love it to death o Killer, ambos de 1971, pertenecen, a la vez, al substrato de la música glam y del punk. Los firmó Alice Cooper, nombre de guerra de Vicent Furnier (Detroit, 1948), que alcanzó celebridad un año después con la oda al escapismo escolar de título School's out. Esta noche, a partir de las diez en el pabellón Multiusos do Sar de Santiago, Cooper enseñará sus cartas por primera vez en Galicia.

Aunque hace ya varias décadas que el compositor de I'm eighteen ha dejado de ser musicalmente peligroso y tiende más bien al heavy de garrafón, sus shows sobre las tablas mantienen, tal vez acentúan, el carácter granguiñolesco. Muere varias veces en cada concierto, utiliza camisas de fuerza, guillotinas y sangre de pega, llama a su espectáculo Teatro de la muerte. En su último disco, Along came the spider, de 2008 y curiosamente no del todo vapuleado por la crítica, tocan el ex guitarra de Gun's Roses, Slash, y Eric Singer, batería de sus epígonos, Kiss. El Xacobeo patrocina un bolo que en su parada madrileña esta misma semana apenas llenó el 30% del aforo de Vista Alegre.

Y a Lugo, también esta noche y también dentro de la programación del Año Santo, llegan Emir Kusturica & the No Smoking Orchestra. Será en el Pazo Universitarios, teloneados por Festicultores y a partir de las nueve, donde los serbios desplegarán su rock folk de raíz balcánica y ritmo de polca techno, el mismo que suena en las reconocidas películas del líder de la banda.

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