_
_
_
_
_
El futuro de la Constitución

El Gobierno acepta una ronda con los partidos sobre una reforma constitucional abierta

Zapatero y Rajoy se emplazan al consenso pero evitan saludarse en la fiesta de la Constitución

El Gobierno iniciará tras las vacaciones navideñas una ronda con todos los partidos parlamentarios sobre la reforma de la Constitución. Las consultas las realizará la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Ayer, con motivo de la celebración del 28º aniversario de la Constitución, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue preguntado por la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, de dar "algunos retoques" a la Ley Fundamental. El jefe del Ejecutivo, aunque no fue muy explícito, expresó su receptividad a la propuesta de Rajoy en un encuentro con la prensa: "Siempre estoy dispuesto a escuchar las propuestas de la oposición con interés. Habrá tiempo para debatirlo y para hablar de ello".

Más información
Llamazares acusa al PP de querer "cerrar" el Estado de las autonomías
Del poder central al autonómico

Lo que no fue posible al regreso de las vacaciones de verano, lo será a la vuelta de las Navidades. El presidente del PP, que rechazó en septiembre la oferta del presidente del Gobierno de iniciar un diálogo para afrontar una reforma limitada de cuatro aspectos de la Constitución, ahora ha ofrecido la reforma de 14 aspectos de la Ley Fundamental. Y el Ejecutivo, que ya estaba a punto de resignarse a dar por liquidada la posibilidad de abordar la reforma constitucional en esta legislatura, ha accedido a sentarse a hablar con el PP y con los demás grupos parlamentarios para analizarla.

La vicepresidenta primera será la encargada por el presidente del Gobierno de realizar la ronda con los portavoces de los partidos para presentar su propia oferta de reforma constitucional y escuchará con "especial atención" la propuesta del PP, dada a conocer el pasado fin de semana en una convención de ese partido.

El Gobierno no tiene conocimiento directo de la iniciativa del PP. "Sólo conocemos lo que se ha publicado en los medios de comunicación", precisaron ayer fuentes gubernamentales.

Es una muestra más de las malas relaciones entre el Gobierno y el PP, que ayer volvieron a ponerse de manifiesto en la jornada de celebración del Día de la Constitución. Zapatero y Rajoy ni se saludaron, pese a encontrarse a muy pocos metros, en algunos momentos, en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso. No obstante, Zapatero dijo que está dispuesto a escuchar "con interés" la propuesta del Partido Popular. "Habrá tiempo para debatirlo y para hablar de ello", añadió.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La propuesta de 2004

En la ronda de conversaciones, el Gobierno pondrá sobre la mesa su propuesta de reforma incluida en el programa electoral con que ganó las elecciones de 2004. La reforma del Gobierno, de cuatro puntos, pretende eliminar la prevalencia del hombre sobre la mujer en la sucesión del trono; reformar el Senado para convertirlo en Cámara territorial, mencionar la Constitución europea e incluir el nombre de las 17 comunidades autónomas.

Ayer, se celebró en el Congreso de los Diputados el 28º aniversario de la aprobación de la Constitución con asistencia de 300 personas, invitadas por el presidente del Congreso, Manuel Marín, y en las conversaciones de los dirigentes políticos estuvo presente la última iniciativa del PP de una reforma constitucional para conseguir un Estado "más eficaz".

Pero las propuestas concretas de reforma van por un lado y el discurso político, por otro. Este último se reviste de mucha más gravedad, como se desprende de las palabras que ayer pronunció el líder del PP, Mariano Rajoy. "En materia de modelo de Estado, se lo he dicho ya muchas veces, no se puede definir España al margen de la voluntad y de la opinión de millones de españoles. Ni territorialmente ni institucionalmente".

Lo que primó ayer en el discurso de Rajoy fue "la satisfacción" por este 28º aniversario. "Evidentemente, la Constitución no es perfecta, en más de un aspecto ha podido quedarse obsoleta. El contenido, necesariamente, es hijo de su época. Puede y debe adoptarse a estos nuevos tiempos, y así tendremos que hacerlo más pronto o más tarde", agregó.

Las reformas constitucionales que el PP plantea tienen como objetivo "mejorar técnicamente los desajustes que se ha podido producir por el desarrollo del Estado autonómico", dijo Rajoy ante la mirada atenta del portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, y del secretario general del partido, Ángel Acebes. Algunos de esos ajustes que el Partido Popular ha propuesto están todavía sin precisar. A este respecto, Mariano Rajoy ha querido aclarar que sus propuestas en absoluto van dirigidas a arrebatar competencias a las autonomías en beneficio de la Administración central.

La mayoría de ellas aluden a la necesidad de que el Estado tenga algún papel central en la resolución de crisis o catástrofes y también sobre el urbanismo y las políticas hídricas. En ningún momento el líder del PP hace mención, ni por escrito ni verbalmente, a los acuerdos sucesivos de su partido y del PSOE para reformar estatutos de autonomía. De momento, todos menos el de Cataluña.

Una vez que el Ejecutivo va a estudiar las propuestas de Rajoy de la pasada semana, se le preguntó al líder del PP si tomaría en consideración las que el Gabinete plantea desde el inicio de legislatura. Respondió con un gesto que podría indicar que no tiene inconveniente. Pero de momento, Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy ni se hablan ni se saludan.

Una de las novedades de esta conmemoración ha sido la presencia del presidente de la Generalitat, José Montilla. También del presidente aragonés, Marcelino Iglesias. Fueron los dos únicos presidentes autonómicos que asistieron. Los mandatarios catalanes no han asistido en los últimos años a esta celebración.

Los políticos de Esquerra Republicana de Catalunya siguen ausentes, como siempre, en estos actos. Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Unida, también como siempre, sí participó en los actos. Manuel Marín, presidente del Congreso, aun a riesgo de que alguien le pudiera tildar de ingenuo, apeló al acuerdo, al diálogo y "hasta la buena educación", como buenos instrumentos para legislar y gobernar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_