Morales promulga los contratos con las petroleras

El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó ayer los 44 contratos que firmó su Gobierno con 12 empresas petroleras, por lo que se constituyen ahora en Ley de la República. Morales dijo en el acto de promulgación que los contratos fueron suscritos en el marco de su Decreto de Nacionalización de los Hidrocarburos de mayo y destacó que es la primera vez que acuerdos de esta naturaleza son aprobados en el Congreso.

"Con mayor razón van a invertir y Bolivia necesita inversión", dijo el mandatario respecto de las petroleras. Agregó que invitará a los principales ejecutivos de las compañías, entre ellas la brasileña Petrobras y la hispano-argentina Repsol YPF, para que estén en Bolivia para una ceremonia de entrega de esos convenios.

Los contratos, que establecen básicamente un incremento en los tributos que deben pagar las petroleras, fueron firmados a finales de octubre y luego aprobados en la Cámara de Diputados, donde, sin embargo, se decidió enviar una nota a Morales con algunas observaciones, como la necesidad de contar con calendarios de inversión.

Trato con Shell

Morales señaló que, en su reciente viaje a Holanda, pudo entablar conversaciones con ejecutivos de la empresa anglo-holandesa Shell y que dijeron estar dispuestos a ceder el 16% de sus acciones en la empresa Transredes, dueña del mayor sistema de gasoductos de Bolivia, para que el Estado tenga el control de la compañía. Morales también elogió al Congreso, y especialmente a "dos senadores patriotas" de la oposición por haber permitido la aprobación de los contratos.

La principal fuerza opositora, Podemos, ha anunciado que demandará la nulidad de esa sesión del Senado porque los dos senadores opositores suplentes que votaron entonces no estaban habilitados para hacerlo. Sus máximos dirigentes también han manifestado sospechas de que los legisladores recibieron sobornos, pero éstos lo niegan. Podemos ha indicado también que no busca anular los contratos, aunque se aprobaron con dispensación de trámite, cuando el reglamento de debates del Congreso establece que para ese efecto era necesario el voto de dos tercios de los 27 senadores titulares. En la sesión sólo participaron los 12 del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), un titular opositor y los dos senadores suplentes, en total, 15.