Ann Savage, intérprete de culto

Todos los aficionados al cine negro recuerdan aún la mirada incendiaria de Vera, una de las femmes fatales más intensas que haya dado el género. Vera vivía en Detour, un clásico de serie B filmado por Edgar G. Ulmer en 1945. Y latía bajo los rasgos de Ann Savage, una actriz de culto capaz de incendiar la pantalla. Savage, que vivía ya alejada de los fastos cinematográficos, falleció el pasado 27 de diciembre, en un hogar de ancianos de Hollywood, a los 87 años. Los cinéfilos pierden un referente.

Ann Savage nació como Bernice Lyon, el 19 de febrero de 1921 en Columbia, Carolina del Sur. Cuando su familia se trasladó a Los Ángeles, Savage sintió pronto la llamada del espectáculo y, tras diversos estudios, se matriculó en la escuela de interpretación del productor y director alemán Max Reinhardt. Allí conocería a quien sería su agente y su segundo marido, Bert D'Armand. En 1943 firma un contrato con Columbia, bajo cuyo sello debutaría en 1943, en el drama criminal de Michael Gordon One dangerous night. Fue el comienzo de una intensa carrera que incluiría más de 30 películas, casi todas en los años cuarenta, que siempre se movió, sin embargo, dentro de los límites de obras de bajo presupuesto. Su trayectoria incluye desde musicales como Dancing in Manhattan y Ever since Venus, ambas de 1944, y dramas como Midnihght manhunt (1945) y The dark horse (1946), a comedias como Lady chaser (1946), hasta filmes aventureros (Jungle flight, 1947) y westerns (Satan's cradle, 1949).