Eleuterio Población, o la claridad en la arquitectura
La arquitectura de Eleuterio Población, fallecido el pasado jueves a los 83 años, es clara de planteamiento y resolución e incluso siempre de color. Volúmenes limpios, luminosos, bien proporcionados y articulados, de una construcción sólida, con excelentes detalles y buena ejecución por los que no parece pasar el tiempo.
Daba la impresión de tener el don de encontrar la sencillez sin necesidad de pasar por el duro proceso de eliminación progresiva de lo superfluo (que tanto juego da a los que escriben y hablan sobre la arquitectura), lo que es excelente para la obra, pero proporciona poco lucimiento en el mundo académico. Por esto, como otros excelentes arquitectos, tuvo un paso breve como profesor de la Escuela de Arquitectura y prefirió ejercer su magisterio como conferenciante y académico.
Nacido en Huelva, en 1938, estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y tuvo una amplia y variada actividad profesional que va desde importantes complejos residenciales y grandes hoteles hasta las cafeterías Vips. Entre sus obras más destacadas están varios hoteles para la cadena Melià en diversos países, así como los edificios Beatriz y Eurobuilding I y II en Madrid.
Educado, elegante, era sobre todo una persona siempre próxima, a quien no hacía falta ir a buscar, explicarle de qué iban las cosas e implorarle colaboración cuando era preciso que arquitectos de prestigio arrimaran el hombro en temas importantes para la arquitectura y la profesión. Se tomaba el trabajo de estar informado y ofrecía su ayuda antes de que se le pidiera. En circunstancias muy difíciles, no dudó en asumir el decanato del Colegio de Arquitectos de Madrid para colaborar en devolver a la institución la dignidad perdida.
Ha dejado incontables admiradores y amigos, amén de excelentes edificios, muchos de los cuales forman parte del patrimonio de Madrid, del que son hitos reconocidos.
Ricardo Aroca Hernández-Ros fue decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
