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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Henri Cartan, una leyenda matemática

Fue un defensor de los científicos perseguidos por sus ideas políticas

El pasado 13 de agosto, la comunidad matemática internacional recibía la triste noticia del fallecimiento, a los 104 años, de una de sus leyendas, Henri Cartan. Nació en Nancy en julio de 1904, hijo de Elie Cartan, quien, con Henri Poincaré, fue uno de los más grandes matemáticos franceses de principios del siglo XX.

Estudió en l'École Normale Supérieure, colega de matemáticos como André Weil, Jean Dieudonné, Charles Ehresmann y Claude Chevalley, que fundaron el grupo Nicolás Bourbaki en 1935. Fue responsable de la reactivación de la matemática francesa, muy afectada tras la I Guerra Mundial. El Seminario Cartan, que funcionó de 1948 a 1964 en la Escuela Normal, fue un referente mundial.

En los años cuarenta y cincuenta fue un impresionante formador de matemáticos. Dos medallistas Fields (Jean-Pierre Serre, 1954, y René Thom, 1958) fueron sus alumnos de doctorado; entre sus otros alumnos hay nombres ilustres. Pero él era humilde: "Muchos han preparado su tesis bajo mi dirección. Se dice habitualmente dirección, pero mi dirección consistía en comprender lo que tenían en la cabeza". Esta modestia no refleja la amplitud y profundidad de sus investigaciones centradas en el estudio de las funciones de una y varias variables complejas, donde introdujo la moderna teoría de haces de Jean Leray; la topología algebraica de Poincaré, que gracias a su trabajo conoce un desarrollo espectacular; y la denominada álgebra homológica, en colaboración con el matemático estadounidense Samuel Eilenberg, con el que escribió en 1953 un libro que ya es un clásico.

Su lista de honores es interminable: miembro de la Academia de Ciencias de París desde 1974, académico de muchas otras (como la Real Academia de Ciencias de Madrid), doctor honoris causa de universidades como Oslo, Cambridge y Zaragoza, medalla de oro del CNRS en 1976 y premio Wolf en 1980.

Fue presidente de la Sociedad Matemática Francesa en 1950 y de la Unión Matemática Internacional (IMU, en sus siglas inglesas), de 1967 a 1970. Cuando cumplió cien años, la IMU aprobó una resolución agradeciendo sus innumerables servicios, ejemplo para todos los científicos. Tras la II Guerra Mundial contribuyó al renacimiento de la maltrecha matemática alemana, aunque un hermano suyo, en la Resistencia francesa, fuese ejecutado por los alemanes. Por su generosidad fue nombrado miembro honorario de la Sociedad Matemática Alemana. Fue siempre un defensor de los derechos humanos, implicándose en favor de matemáticos perseguidos en sus países por motivos políticos.

Fue un gran matemático comprometido con su época, y europeo convencido, presidente del Movimiento Federalista Europeo. Es una gran pérdida.

Manuel de León es profesor de Investigación del CSIC, académico de la Real Academia de Ciencias y miembro del Comité Ejecutivo de la Unión Matemática Internacional.

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