Jesús Amuchastegui, profesor de Filosofía del Derecho
Enseñó a sus alumnos a 'filosofar'
Jesús González Amuchastegui, Chechu, era profesor de Filosofía del Derecho en la Complutense de Madrid. También lo fue en la Universidad Carlos III e impartió cursos y seminarios en numerosas universidades españolas y latinoamericanas. Doctor en Derecho por la Universidad Complutense, fue también letrado del Consejo General del Poder Judicial y jefe de Gabinete de la presidenta del Tribunal Constitucional. Publicó entre otros muchos trabajos Louis Blanc y los orígenes del socialismo democrático y, muy recientemente, Autonomía, dignidad y ciudadanía; además fue un activo militante socialista desde su juventud. Pero, sobre todo, era un profesor de Filosofía del Derecho y de Filosofía Política.
Durante muchos años ha enseñado a sus alumnos a filosofar, es decir, a reflexionar, a preguntarse y a buscar explicaciones de por qué, cómo y para qué el derecho y la política son como son. Hoy serán muchos los ex alumnos de Chechu que cuando sepan que ha muerto recordarán por algunos minutos su enseñanza... ¿Qué más puede pedir un profesor?
Como buen filósofo, en sus viajes, sobre todo a América Latina, salía lleno de entusiasmo y volvía cargado de experiencias que recreaba con su inteligencia y sobre las que reflexionaba, porque enseñaba aprendiendo. Estudió y filosofó sobre muchas cosas y dejó plasmadas sus ideas en sus estudios sobre la fundamentación de los derechos humanos o sobre el multiculturalismo, entre otros muchos. Pero, además de profesor o junto con ello, ha sido un ciudadano y, como tal, creía en el Estado y en sus instituciones, en las que ha prestado siempre sus servicios, crítica pero lealmente. Al mismo tiempo, como ciudadano, también creía en la política y en sus bondades, y siempre participó en ella más que para medrar para defender la participación en sí misma, porque el ciudadano tenía que participar políticamente: se creía de verdad la democracia. Más tolerante con los demás que consigo mismo, nos ha dejado una persona que además de buena era inteligente. Unos sentirán su pérdida; otros, además de su pérdida, sentiremos el hueco que deja, en especial Sonsoles, Leire, Íñigo y Marián.
Pablo Pérez Tremps es magistrado del Tribunal Constitucional.

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