_
_
_
_
_
Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Joseph Wiseman, el sofisticado Doctor No

Su carrera se dividió entre el cine, el teatro y la televisión

Gregorio Belinchón

Chaqueta blanca estilo Nehru. Manos protésicas negras. Hijo de un misionero alemán y una jovencita china de buena familia. El Doctor Julius No era miembro de Spectra (siglas en inglés de la Organización Especial para la Contrainteligencia, el Terrorismo, la Venganza y la Extorsión), y, como tal, archienemigo de James Bond. El 19 de octubre falleció Joseph Wiseman, pero para los cinéfagos amantes de James Bond se nos ha ido el sofisticado Doctor No. En 1961, durante la preproducción de James Bond contra el Doctor No, los productores de la primera adaptación a la gran pantalla de una novela de Ian Fleming decidieron tantear al dramaturgo y actor Noël Coward para que encarnara al Doctor No. Su respuesta -"¿Doctor No? No. No. No"- abrió una larga serie de pruebas tras las que acabó siendo escogido un veterano de Broadway, alto (1,83 metros, porque querían que No midiera casi dos metros), y que sumó a su presencia un innegable talento: Joseph Wiseman. En pantalla sólo aparece 20 minutos. ¡Pero qué 20 minutos! "Nunca entendí por qué me escogieron. Nunca supe por qué el filme tuvo tanto éxito. En lo que a mí concierne, yo siempre pensé que no era más que otra película de misterio como las de Charlie Chan de serie B", comentó en una ocasión.

Fue el 'número uno' en los escenarios a la hora de encarnar personajes judíos

Wiseman nació en Montreal (Canadá), en 1918. Su familia se mudó cuando él era adolescente a Estados Unidos, y debutó con 20 años en el teatro, en Abe Lincoln in Illinois, con Raymond Masey como protagonista. Durante una década fue ascendiendo en el escalafón de Broadway hasta que destacó en Detective story (1949), en su papel de raterillo que se pone histérico cuando la policía le aprieta las tuercas. Por eso, cuando William Wyler la adaptó a la gran pantalla -en España se tituló Brigada 21- dos años más tarde, Wiseman repitió su excepcional actuación. Elia Kazan ya le había echado el ojo en el teatro y le contrató para que interpretara a un periodista oportunista que traiciona a Emiliano Zapata en ¡Viva Zapata! (1952). Y desde ese instante Wiseman compaginó hasta inicios de los años setenta cine, teatro y televisión: se le puede ver en El cáliz de plata (1954), el debut en la pantalla de Paul Newman; en el western de John Huston Los que no perdonan (1960); en la ya mencionada primera aventura del agente secreto menos secreto de la Inteligencia Británica; o como mafioso italiano en Stiletto (1969) o The Valachi papers (1972).

Así construyó una carrera que prolongó en el cine hasta 1988 -con setenta años- y en el teatro hasta 2001, con una versión de El juicio de Nuremberg. Durante la década de los setenta fue el número uno en los escenarios a la hora de encarnar personajes judíos. Por ejemplo, en la obra de Arthur Miller Incidente en Vichy (1964), en la que su personaje aseguraba: "Judío es sólo el nombre que damos a ese extraño que hay en nuestro interior".

Wiseman se casó, en su segundo matrimonio, con Pearl Lang, coreógrafa y amiga de Martha Graham -bautizaron con su nombre a una de sus hijas-, que falleció el pasado mes de febrero. El actor murió el lunes en su casa de Manhattan tras apagarse su físico en los últimos meses.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_