Quico Cabrera Acosta, promotor del voleibol femenino
Nunca antes un presidente de club llevó tan alto el voleibol femenino español como José Francisco Cabrera Acosta, fallecido el pasado día 18 víctima de un cáncer de colon. Nació hace 57 años en Isora, en la pequeña isla canaria de El Hierro. Para huir de las penurias de la posguerra tuvo que emigrar a Venezuela. A su vuelta, en 1981, Quico Cabrera fundó el Club Voleibol Tenerife, un equipo masculino. Inmediatamente, creó la división femenina que tantos éxitos y alegrías le dio.
Durante la temporada 1986- 1987 perdió todos los partidos de la Primera División. Descendió y, al año siguiente, otra vez en Primera. Desde ahí siempre ha estado en la División de Honor y nunca ha bajado del cuarto puesto. En los últimos 16 años, ha conseguido una Copa de Europa, tres terceros puestos de esta competición y un cuarto puesto. Además, se suman 10 Ligas, 11 Copas de la Reina -10 de ellas de forma con-secutiva- y seis Supercopas. Imposible encontrar un club que en 27 años de historia reúna el mismo palmarés. Desde 1997 hasta 2008, 28 títulos en la conocida como "década prodigiosa".
De su mano, por este club pasaron estrellas internacionales como Magaly Carvajal, Maurizia Cacciatori y Elena Gomina, figuras inalcanzables en otra época del voleibol español. Sus momentos más amargos los vivió como vicepresidente del CD Tenerife, con un club casi en la bancarrota.
Su permanente sonrisa le granjeó la amistad y respeto de todos los canarios de bien, a los que su muerte ha impactado de lleno. El Cabildo de Tenerife le ha nombrado hijo adoptivo.
