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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Roberto Freire, escritor brasileño y terapeuta del placer

Ideó un método de psicoanálisis, con los pacientes desnudos

Juan Arias

Difícil decir si Roberto Freire, fallecido en el hospital Sirio Libanés de São Paulo a los 81 años, ha sido más famoso como escritor que como psiquiatra terapeuta. Fue un anarquista de los años setenta, cuando aseguraba que el control y reducción del placer, a largo plazo, origina las neurosis. Sus restos mortales fueron incinerados días pasados por voluntad propia y la familia mantuvo en secreto la causa de la muerte.

Como escritor, produjo más de 20 obras, en el campo de la ficción y del ensayo. Uno de sus mayores éxitos fue la obra Cléo e Daniel, publicado en 1966, que tuvo, durante muchos años, gran repercusión entre los jóvenes. Fue adaptado al cine con la participación de Sonia Braga, Myriam Muniz y John Herbert. Otra de sus obras famosas fue Sem Tesão Não Há Solucão, del año 1987, en el que defendió la liberación de las represiones sociales y políticas a través del sexo. Vendió en pocos días 200.000 ejemplares.

Fue también Freire guionista de series famosas de la TV Globo como Malu Mulher y la Grande familia. En la obra Mulher, con la participación de la famosa actriz Regina Duarte, Freire estuvo en el aire durante seis años. En aquel programa se hizo famosa la sexóloga Marta Suplicy, que sería más tarde alcaldesa de São Paulo, y hoy es ministra de Turismo y una de las grandes personalidades del Partido de los Trabajadores (PT).

Pero quizá tanto o más que como escritor de moda, Freire fue conocido como psiquiatra y terapeuta rebelde, que en los años setenta creó, basándose en los estudios de Wilhelm Reich, la somaterapia, un método revolucionario de psicoanálisis que colocaba desnudos, en grupo, a los participantes. La terapia fue un shock en una sociedad que predicaba la represión del sexo.

Siempre se consideró a sí mismo como un anarquista. Defendía la liberación de la sexualidad, del placer y de la libertad. Para él la racionalidad y la lógica no eran suficientes para interpretar la compleja vida social y sobre todo su impacto sobre la individualidad.

Los analistas subrayan, a la muerte del escritor psiquiatra y terapeuta inconformista, que quizá hoy él mismo sonreiría sobre algunos de sus métodos para curar la neurosis, pero que no cabe duda de que fue un vanguardista en el campo de la liberación de las esclavitudes ancestrales provocadas por el miedo al ejercicio de la sexualidad.

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