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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Vitali Ginzburg, Nobel de Física

Fue muy crítico con el acoso de Putin a los científicos

Pilar Bonet

Vitali Ginzburg, premio Nobel de Física en 2003 por su contribución a la teoría de los superconductores y los líquidos superfluidos, murió el 8 de noviembre a los 93 años en Moscú, donde nació en la familia de un ingeniero.

Junto con Andréi Sájarov, el científico que posteriormente evolucionó hacia la disidencia, Ginzburg trabajó en el desarrollo de la bomba de hidrógeno de la URSS, un proyecto al que atribuyó el haberle salvado la vida de las purgas estalinistas. Zhores Alférov, otro premio Nobel ruso, manifestaba ayer que, gracias a ese trabajo, la URSS consiguió adelantarse a los americanos en la primera explosión real de una bomba de hidrógeno. Al casarse en segundas nupcias con una mujer condenada por supuesta conspiración contra Stalin, fue apartado del proyecto en 1951, durante la campaña antisemita que marcó los últimos años del dictador.

Aparte de su actividad científica, Ginzburg tenía una posición cívica muy activa. Ateo convencido, se oponía con vehemencia a los intentos de la Iglesia ortodoxa de introducir la religión en las escuelas y denunciaba la vinculación entre la religión ortodoxa y el Estado ruso. En el marco de la Academia de Ciencias, fue uno de los fundadores de un comité contra la seudociencia que denunciaba a los charlatanes de todo género, entre los que incluía a los astrólogos y los magos. "Hay que enseñar a la gente a pensar y no a creer en los milagros", afirmaba.

Ginzburg criticó a Vladímir Putin, el ex presidente de Rusia y actual primer ministro, por volver al "pasado autoritario". El científico formó parte de un comité de activistas de derechos humanos que ha denunciado a los servicios de seguridad rusos por su papel durante el mandato presidencial de Putin en procesos contra científicos acusados -y condenados- por supuesto espionaje contra Rusia. Opinaba que la tarea de un científico es ilustrar a la sociedad y no atontarla y afirmaba también que, en cierto sentido, la Academia de Ciencias de Rusia está en una situación peor que en tiempos de Stalin, ya que entonces se podía ser creativo y actualmente la ciencia rusa se orienta hacia el beneficio material. El futuro de Rusia, señalaba, no está en "la vuelta a la religión, sino en la ciencia y en la democracia".

Graduado en 1936 en la Universidad de Moscú, trabajó desde 1940 en el instituto de Física de la Academia de Ciencias de la URSS, dirigió la sección de Física Teórica desde 1971 y fundó el seminario de física, durante décadas centro de formación de investigadores de todo el mundo. Junto con Landau, fue uno de los padres de la teoría de la superconductividad. Estudió, entre otras cosas, la teoría de la difusión de ondas, la radioastronomía y la física de los rayos cósmicos. Escribió centenares de trabajos y compartió el premio Nobel con los científicos norteamericanos Alexéi Abrikósov y Anthony Leggett. Antes, recibió el Premio Estatal de la URSS (1953) y el Premio Lenin (1966).

Vitali Ginzburg.
Vitali Ginzburg.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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