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RADIO

El Betis desafía a la Liga

El club sigue al Sevilla y permite acceder a su estadio a los periodistas de radio - Los operadores deciden hoy qué medidas tomar ante la exigencia de un canon

Rosario G. Gómez

La guerra entre la Liga y las radios sigue abierta, pero entre las filas de los clubes se agudizan las discrepancias y la unidad comienza a resquebrajarse. El Betis ha desafiado a la patronal del fútbol español al anunciar ayer que permitirá el acceso a su campo, el Benito Villamarín, a los periodistas radiofónicos para que narren los partidos con normalidad, desde las cabinas de prensa y a través de las líneas microfónicas. Así, podrán retransmitir sin ningún problema, y con un sonido de calidad, todos los detalles del próximo encuentro del equipo andaluz en casa, que se enfrentará al Mallorca. Con esta decisión, el Betis se une al Sevilla, que el fin de semana pasado, en el primer partido de la temporada, abrió las puertas del Sánchez Pizjuán a las radios, eludiendo las indicaciones de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que niega las acreditaciones para narrar los partidos a las emisoras que no hayan adquirido los derechos.

Los locutores no pudieron trabajar en condiciones el fin de semana pasado

Los operadores rechazan negociar cualquier tipo de canon amparándose en el derecho a la información. Para hoy está prevista una reunión de la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC) en la que los operadores analizarán las medidas (especialmente jurídicas) a adoptar ante las pretensiones de la Liga, y las condiciones en las que tuvieron que emitir los carruseles deportivos. Los locutores acudieron acompañados de un notario a los estadios para dar fe de que se les vetaba la entrada.

El viernes pasado, la LFP remitió a las radios una comunicación oficial en la que reiteraba que aquellas emisoras que no hubieran adquirido los derechos no podrían retransmitir los partidos. Salvo el Sevilla, todos los clubes obedecieron la orden. Las puertas de los estadios de Primera y de Segunda se abrieron para los periodistas de televisión y de medios impresos y digitales. Pero no hubo acreditaciones para los reporteros con micrófonos. Pese a que los locutores no pudieron realizar su trabajo en las condiciones habituales, buscaron fórmulas para driblar el "apagón" informativo de la LFP. Algunos comentaristas se instalaron en las gradas, entre los aficionados, y dieron cuenta del juego a través de teléfonos móviles, mientras otros seguían el desarrollo de los encuentros por la televisión desde sus propios estudios. RNE, que declinó entrar en los campos, narró los principales momentos del juego (goles, penaltis, faltas peligrosas) y se hizo eco del ambiente de la afición desde los bares en los que se habían concentrado los hinchas, según explicó el director de Deportes y del programa Tablero deportivo, Chema Abad. En Onda Cero, el responsable de Radioestadio, Javier Ares, eludió referirse en antena a la Liga de Fútbol como medida de protesta y rebautizó la Primera División como Torneo 1 y la Segunda como Torneo 2. "El canon es una indecencia", decía Ares.

Las críticas hacia la pretensión de la Liga de cobrar una tasa -justo en el momento en el que el sector atraviesa por la peor crisis publicitaria de su historia- fueron constantes en todas las cadenas. El punto culminante se produjo con el minuto de silencio que el domingo a las ocho de la tarde (coincidiendo con el inicio del Zaragoza-Real Madrid) dejó mudo el dial. Algunos comentaristas subrayaron el grave daño que supone para los oyentes invidentes las trabas impuestas por la Liga. En este conflicto, los operadores han actuado sin fisuras. Grandes cadenas y pequeñas emisoras (salvo algunas excepciones), operadores públicos y privados, nacionales y autonómicos, se han mantenido firmes frente a las exigencias de la patronal del fútbol en su empeño de comercializar los derechos del deporte rey y exigirles un canon (alrededor del 20% de los ingresos que reciben por la puesta en el aire de los carruseles). Las radios insisten en que están amparadas por el derecho a la información y reiteran que, a diferencia de la televisión, ofrecen una visión personal y subjetiva del espectáculo que se vive en los campos.

Las radios discrepan de la interpretación que la Liga hace de la Ley General de la Comunicación Audiovisual. "El artículo 19 de la ley se refiere a los derechos de la televisión, pero no menciona a la radio. Estamos cubiertos por el derecho a la información", dicen fuentes de la AERC. La cuestión de los derechos radiofónicos se discutió precisamente durante las negociaciones que las radios privadas mantuvieron con la entonces vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, encargada de dar forma a la norma que regula el sector audiovisual. "El Gobierno decidió que las radios debían tener un tratamiento diferente al de la televisión", añaden las mismas fuentes.

En vísperas del comienzo de la actual temporada, la Liga remitió a los operadores un burofax en el que aseguraba que "la comercialización de los derechos de retransmisión radiofónica así como el ejercicio del derecho a la información se está realizando conforme a las previsiones de la ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual". Y añadía que los clubes de futbol han delegado a favor de la LFP la gestión de las acreditaciones de acceso a los estadios de las emisoras radiofónicas interesadas. Ninguna se dio por afectada.

Los periodistas radiofónicos protestan contra la LFP.
Los periodistas radiofónicos protestan contra la LFP.TONI GALÁN (EFE)

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