'Blogs'

Mi actual empleo tiene sus ventajas: no mando y no me mandan, no asisto a reuniones, no me llega ningún rumor burocrático. Este penúltimo rincón del diario es de lo más apacible y deja tiempo para todo. Lo cual acaba siendo un inconveniente: uno pasa muchísimas horas, demasiadas, delante de una pantalla, contemplando programas televisivos de toda catadura (el promedio es malo, pero eso ya lo saben), desenterrando rarezas en los fangales de Internet y, esto es lo peor, asistiendo al interminable bucle de las noticias desde que nacen, más o menos lozanas, hasta que mueren agotadas, después del zarandeo infligido por diarios digitales, boletines horarios, comentaristas de urgencia y tertulianos de cabecera, en manos de los columnistas de papel.
La multiplicación de los medios y el ciclo continuo de 24 horas no han incrementado de forma apreciable la calidad o variedad de la información, más bien lo contrario, si exceptuamos, como creo que corresponde, el cotilleo y la infamia. No se produce, se recicla. Es el signo de los tiempos. En la industria del reciclaje, el blog constituye el apartado más económico, íntimo y personal. También, en general, el más honesto. Los diarios digitales incorporan desde hace tiempo sus propios bloggers, con resultados desiguales. Algunos son realmente buenos y generan adicción.
Permítanme que no me refiera a los de esta casa: sería incómodo. Prefiero citar dos blogs de la competencia; por si eso no fuera delicado, uno de ellos lleva la firma de un amigo mío. Qué se le va a hacer. Lo siento. Santiago González escribe en elmundo.es un blog inteligente, sensato, ecuménico, un bálsamo para los tiempos que corren. No conozco al autor (coincidí con él en una comida, hace muchísimos años), ni comparto algunas de sus ideas, pero si no es un tipo estupendo, finge de maravilla. Iñigo Domínguez, al que sí conozco, dedica su blog de elcorreodigital.com a combinar el sufrimiento de la actualidad italiana con el placer del viejo cine italiano, incluyendo los subgéneros (Fantozzi, las parodias futbolísticas) que apenas llegaron a exportarse. El resultado es siempre divertido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Carlsen recupera con claridad su corona en el Mundial de ajedrez rápido
Trump habla con Putin por teléfono antes de reunirse con Zelenski en Florida
El cambio radical de Sophie Alisch, de boxeadora invencible a ciclista profesional: “Voy a demostrar que no me he equivocado”
Francia llora la muerte de Brigitte Bardot, la ‘Marianne’ animalista
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- El PP normaliza los pactos con Vox




























































