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Cosa de dos
Columna
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Cocina

Por la Red circula la filmación de un diálogo entre dos cocineros insignes, Ferran Adrià y Juan Mari Arzak. El diálogo va de anchoas y es comparable, en su estilo y resultados, al número de la empanadilla de Móstoles. No el que han resucitado de mala manera Josema y Flo, sino el original, el de Martes y Trece. Menos surrealista, pero más instructivo, es La historia del Bulli (La 2) dentro de una semana de intensa presencia de Adrià: anoche se emitió en La Primera una entrevista con el cocinero, considerado el mejor del mundo, y el sábado habrá más. ¿Promoción? A estas alturas de la crisis, sigue siendo más fácil cenar en La Zarzuela que en el restaurante de Roses. ¿Programa de cocina? No fastidiemos. De ciencia, en todo caso. En realidad, La historia del Bulli es un relato sobre la capacidad de superación de un pinche y sobre la construcción de una empresa de nivel mundial.

No sé si será casualidad, pero TVE empieza a parecerse a una televisión pública (de lejos, pero se parece) y alcanza sus mejores resultados comerciales cuando más negro pinta su futuro. En La 2 emite, ahora en un horario tolerable, Redes, el programa científico de Punset. También en La 2 se encuentra el humor más marciano y descacharrante, Muchachada nui. Y La Primera, con notables dosis de producción española (desde Pelotas a la inclasificable Águila Roja), supera en audiencia a las privadas.

Supongo que la "fórmula francesa" que ha copiado el Gobierno para financiar TVE al margen de la publicidad (quieren que paguen un canon las privadas y las empresas de telecomunicaciones) asegurará los ingresos. Lo que temo es que las limitaciones exigidas por las privadas, como las referidas a los deportes y al cine americano, reduzcan la audiencia. Llegará entonces el momento de preguntarse: ¿para qué seguir pagando una televisión que ve poca gente? Y TVE, me temo, será poco a poco abandonada a una cierta decadencia elitista.

Estas cosas, antes, las hacía la derecha. Pero el concepto de la propiedad pública debe de haber cambiado tanto como la misma izquierda.

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