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Columna
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'Corrupvisión'

David Trueba

Es llamativo comprobar que en muchos de los sumarios sobre corrupción política aparece siempre una rama que lleva hasta intereses televisivos de lo más variopinto. Es lo que podríamos llamar corrupvisión, por más que casi nadie quiera verlo. Entre los cuatro o cinco últimos grandes lodazales donde los políticos han dejado su huella en fango, y no precisamente como estrellas de Hollywood en el paseo de la fama, hay siempre un dedo que apunta hacia concesiones y negocios televisivos. De la misma manera que los informes y consultorías resultan fácilmente pervertibles para convertirse en financiación ilegal, las productoras televisivas, las cadenas locales y el negocio audiovisual esconden a veces toda una trama turbia y maloliente.

El último y apasionante caso es el que se ha cobrado la dimisión de la presidenta del Parlamento balear, Maria Antònia Munar. La Operación Maquillaje, que recibe su nombre supongo o bien del noble oficio del retoque cosmético o porque como la canción de Mecano apunta a sombras aquí y sombras allá, ha revelado supuestos desvíos de dinero negro hacia cargos políticos a través de empresas audiovisuales. Se habla de productoras dominadas por testaferros al servicio de Unión Mallorquina, de enormes cantidades de dinero en metálico, de costear campañas electorales, de programas fantasma, que se cobran al erario público pero nunca se producen. Más bigotes, más correas.

Resulta esclarecedor que tras la decisión del presidente balear, Francesc Antich, de gobernar en minoría sin el apoyo de Unión Mallorquina, la primera reacción de este partido recién llegado a la oposición haya sido aliarse con el Partido Popular y maniobrar para la destitución de Marisa Goñi, la periodista que dirigía la Radio Televisión de Mallorca. De nuevo la tele como primer zarpazo. ¿Por qué tanto interés?

Ahora que sabemos que los tecnicismos interesados pueden acabar con jueces y sumarios incómodos y que, como ha sucedido en otras ocasiones, grandes tramas de corrupción se cierran con prescripciones, anulaciones de pruebas obtenidas con grabaciones y recusaciones entrecruzadas, sería bueno permanecer atentos a lo esencial de tanto robo y enriquecimiento ilícito. Y presenciar cómo son capaces de maquillarlo todo otra vez para seguir como siempre.

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