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Columna
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Egoísta

Da para mucho esa invocación de Sara Carbonero (en Telecinco) al egoísmo de Ronaldo. Casillas ha querido parar la pelota. Pero ya es casi gol. Egoísta, dice Casillas, tiene un sentido bueno. Pues, no. Tiene un solo sentido. Desmedido amor por sí mismo. ¿Se cura el demasiado amor propio? No, se atenúa. E incluso se disimula. Mourinho sabe. De hecho, ya hay pruebas.

Una de esas pruebas la ofreció Informe Robinson en Cuatro el jueves. Robinson conoce bien al entrenador; una frase suya abrió la sonrisa de Mou cuando le entrevisté para EPS. Cuando acabé de leer lo que Robinson decía de él, este portugués adusto dijo: "Alguien inteligente". Este hombre inteligente le hizo una última pregunta notable al preparador madridista: ¿Es feliz cuando gana? No, "porque puede ser la última vez" que gana.

Son obsesiones compartidas: ganar. Cuando Vicente del Bosque reunió a sus futbolistas antes del último partido en Sudáfrica, les dijo que no estaban allí para salvar a la patria, sino para jugar al fútbol. La ansiedad por ganar es el germen del egoísmo, y egoísta es el que hace todo lo posible por ganar él, y a toda costa.

Mourinho es tan inteligente como Robinson. Y de Informe Robinson salió como "un tío que merece la pena", que es lo que dice el barcelonista (y ex madridista) Luis Enrique en el reportaje. Mou dijo que estuvo muy mal mandar a callar a los seguidores del Liverpool, contó qué le dijo a Guardiola cuando el banquillo azulgrana celebró el posible descalabro del Inter ("No ha terminado") y explicó que su mujer no está enamorada del Special One, que ese es otro José.

El José show es otro. Dice Luis Enrique que Mou le da pimienta al potaje. Acaso el Mourinho que se esconde detrás del show sea diferente, pero el que aparece en el campo tiene, quizá, que dosificar la pimienta para explicar a CR7 que no todo es ganar.

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