¿Enamora la vedette?

El arranque de las casi siempre temibles noticias del mundo durante los últimos días no lo protagoniza la sangre, la angustia ni el miedo, sino la certidumbre de que lo más valioso que se puede comprar en este mundo no es Las Meninas o una vacuna contra la infelicidad sino la prodigiosa habilidad con los pies de un maniquí con cresta y gesto de prima donna airada que va a saciar esa generalizada pasión denominada fútbol.
Se supone que todos los que estamos enganchados desde la infancia a este equipo ancestralmente ganador y que lleva demasiado tiempo chapoteando en la soporífera mediocridad deberíamos sentirnos como los niños en la mañana de Reyes, chorreando gozo por la llegada del esplendoroso Mesías a nuestro deprimido hogar, enormemente agradecidos porque nos acaban de regalar el juguete más caro del mercado, porque las penurias cotidianas se van a esfumar ante el milagro permanente que nos va a regalar el Bernabéu. Pero no percibo el menor síntoma de orgasmo ante la llegada a precio surrealista del invencible mercenario portugués en ninguno de los espíritus irremediablemente blancos con los que comento el advenimiento del tal Cristiano. Es evidente que despierta lujuria en la sagrada publicidad, que venderá de todo, que los medios le veneran. Pero nada me resulta simpático o querible en este fulano tan pendiente de su espejito mágico. Su arte, aunque eficiente y estadístico, tampoco es el de Zidane. A ese señor no sólo le admirabas. También te enamoraba. Sentimiento de cumplimiento obligatorio para alguien que ha costado su escandaloso caché.
El empresario infalible ha demostrado inteligencia, buen gusto y un poderoso sentido de la realidad al rodearse en su imperial proyecto de generales tan valiosos como Valdano, Pardeza, Pellegrini y Zidane. Gente que despierta tanto respeto como esperanza. Ojalá que sepan extraer lo mejor de las vedettes, que asociemos a este equipo con la hermosura triunfante. O sea, con el Barcelona de Guardiola.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Meta sube la apuesta en la IA y compra la ‘start-up’ china Manus por más de 2.000 millones de dólares
Leer para diseñar una casa, un hotel o una ciudad
La Guardia Civil investiga la muerte de un joven inglés por arma de fuego en una urbanización de Orihuela
Un accidente en la C-16 deja cinco heridos, dos de ellos menores de edad en estado crítico
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
- Trump anuncia la destrucción de una instalación de producción de drogas en Venezuela
- Alain Aspect, Nobel de Física: “Einstein era tan inteligente que habría tenido que reconocer el entrelazamiento cuántico”
- Robles exige a Feijóo que pida disculpas por decir que el Ejército no acudió en ayuda de las víctimas de la dana




























































