'Frikis'

Deberíamos cuidar el lenguaje. Es, al fin y al cabo, una de las cosas que nos distinguen de los demás mamíferos y de ciertos parlamentarios. Sin palabras no hay conceptos, ni realidad comprensible. Conviene manejar con prudencia, por ejemplo, el término friki, muy popular últimamente. La palabra freak, origen de este anglicismo, definía una excentricidad no del todo inocente. En 1932, el director cinematográfico Tod Browning aportó al vocablo una nueva carga con la película Freaks (La parada de los monstruos), un durísimo poema visual protagonizado por personas deformes. Durante varias décadas se mantuvo en el ámbito de lo despectivo. Luego se dulcificó. Ahora, al parecer, basta una manía, una afición inusual o un comportamiento estrafalario para ser un freak, o un friki.
Salvemos Eurovisión, esperpento emitido el sábado por TVE, aspiraba, al parecer, a celebrar el nuevo frikismo. No tengo nada en contra de los imitadores de Ricky Martin, de las señoritas bullangueras o de los figurantes de Andreu Buenafuente, un tipo brillante que ha descubierto pronto el secreto de este negocio: la televisión se alimenta de televisión. Tampoco tengo nada en contra, faltaría más, de Raffaella Carrà, que se conserva de maravilla, ni contra José Luis Uribarri, que se conserva bastante peor. En materia de entretenimiento, cada uno puede hacer con su vida lo que quiera.
Pero ese programa, como el Festival de Eurovisión, fue una simple gansada. Me aflige que se malgaste la palabra friki para definir a unos cuantos pavos haciendo el ganso, porque la consecuencia del derroche semántico impone un endurecimiento verbal. ¿Por qué TVE, la televisión pública, produce una cosa como ésa? En otro momento podría haberse liquidado el asunto diciendo que TVE intenta ganar audiencia y pasta (con las llamadas de la audiencia) por la vía más friki. Por desgracia, dada la devaluación de esa palabra, hay que buscar otra palabra para definir lo que hace TVE con nuestros impuestos. Pongamos malversación. Malversación friki, por supuesto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Análisis de ajedrez | Carlsen anula a Niemann
Carlsen recupera con claridad su corona en el Mundial de ajedrez rápido
Trump habla con Putin por teléfono antes de reunirse con Zelenski en Florida
El cambio radical de Sophie Alisch, de boxeadora invencible a ciclista profesional: “Voy a demostrar que no me he equivocado”
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- El PP normaliza los pactos con Vox




























































