Gente que grita

En mis frecuentes y siempre lacerantes visitas a una residencia de ancianos, observando actitudes resignadas o ausentes, apacibles o crispadas, los progresivos y devastadores efectos de la demencia senil y del alzhéimer, anhelando que en los mundos habitados por la locura, el caos de la mente, la confusión de los recuerdos, la imposibilidad de reconocer ni quién eres ni dónde estás, no exista el dolor ni la angustia, observo que en los salones comunes abundan las televisiones permanentemente encendidas y con sonido muy bajo o inaudible. Algunos ancianos ni siquiera fijan la mirada en esas imágenes, otros contemplan la pantalla con gestos que me recuerdan a los bebés, percibo que conciben la televisión como parte indisoluble del mobiliario o como un huésped fijo. En medio de las imposibles o surrealistas conversaciones que intento mantener allí con dos seres amados, en sus incoherentes monólogos y en los escasos y agradecibles silencios, veo de reojo lo que vomitan esas televisiones. Y es asqueroso.
Al estar anulado el sonido, no sabes de qué están hablando los invariables actores de esa infame película muda. Solo distingues a marionetas histéricas que gritan, se agreden con la mirada, se indignan, gimotean, rebufan, lloran, se escandalizan, suspiran, adoptan gesto inquisitorial, detectivesco o melodramático, a veces se levantan de su asiento y se enfrentan con rictus asesino a los esperpentos con los que supuestamente están riñendo. No se sabe cuáles son los méritos expresivos o artísticos de estos grotescos chulapos y chulapas para ocupar día y noche esa televisión que ha sustituido a la corrala y el agotador cotilleo de los patios vecinales. Y deduces que hay que andar muy mal del tarro y de los nervios para que tanto personal esté enganchado al universo que conducen los Vázquez, Cantizano, Quintana, Campos, González y demás virtuosos de la nada. Si la televisión, como proclamaban los optimistas irredentos, supone una ventana para mirar la vida o, según los pragmáticos, un espejo implacable de la realidad, el mundo auténtico provoca tanta alergia como miedo.
Y Buenafuente, uno de los milagrosos oasis en medio de tanta cochambre, deserta por tiempo indefinido del heroico arte de hacer reír al prójimo continuamente utilizando inteligencia, imaginación y gracia. El manicomio cada vez es más sombrío.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
La lluvia empuja a los desalojados del B9 de Badalona a refugiarse bajo una salida de la C-31
Protección Civil envía alerta a 13 municipios del área de Barcelona por las fuertes lluvias
Un ataque con cuchillo en Taiwán deja al menos tres muertos y 11 heridos
Tráfico alerta de fuertes nevadas a partir de mañana en plena Operación Navidad
Lo más visto
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La princesa Leonor realiza su primer vuelo en solitario como parte de su formación en el Ejército del Aire
- La Justicia archiva la causa contra una diputada del PSOE por pedir el voto en Facebook el día de las europeas




























































