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Televisión

Malikian toma la batuta de 'El conciertazo'

La hora del reemplazo. El conciertazo, programa de TVE que puso en marcha Fernando Argenta en marzo de 2000, desaparece. Después de siete meses de reposiciones, la cadena pública ha encontrado relevo. Así, a partir del sábado 31 de octubre (12.00, en La 2) tomará el testigo El club de Pizzicato, con Ara Malikian como maestro de ceremonias. El conocido violinista libanés de origen armenio, que lleva diez años en España, se embarcó entusiasmado en el proyecto en el mismo instante en que TVE le fichó para acometer la sucesión de El conciertazo.

Malikian, que se estrena como presentador, asegura que El club... no tiene nada que ver con su predecesor, aunque sí comparten un ideario: "Descubrir al público infantil, de entre 4 y 12 años el maravilloso mundo de la música". Y no tiene más que palabras elogiosas para Argenta. "Su labor divulgativa ha sido importantísima", opina. El formato promete un ritmo vertiginoso, mucha interacción con los pequeños que acudirán al plató y unas pinceladas de humor gamberro. "Espero que los chavales se animen a descubrir alternativas a lo que escuchan habitualmente", dice. Malikian que aprendió a tocar el violín con 7 años en los refugios antiaéreos de Beirut, interpretará al joven Allegro, un inocente y entrañable músico. En su nuevo cometido estará acompañado por Aria (Virginia Carmona), Semifusa (Rocío Calvo) y la marioneta-gato de peluche Pizzicato.

La azotea de un viejo teatro "que quieren demoler para construir un centro comercial" será el escenario donde se desarrollen las historias. "Todos los personajes lucharemos para que no lo cierren", bromea el camaleónico Malikian. Y naturalmente, entre trama y trama, música de todos los estilos sin excepción "desde el jazz al flamenco pasando por el tango o la música incidental", especifica.

En El club... no faltarán las actuaciones en directo de la mano de niños y niñas. Se destripará el funcionamiento de los instrumentos y se hablará de grandes compositores. Pero, según Malikian, lo más importante es que el programa ayude a desterrar la idea de que la música clásica es "aburrida y para mayores". Una línea de pensamiento idéntica a la de Argenta, que en más de una ocasión afirmó que "la música culta no es un rollo y hay que romper con esa falsa etiqueta".

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