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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mucho más que nada

Nada, la famosa novela de Carmen Laforet, que fue la primera en ganar el premio Nadal, constituyó uno de los esporádicos despertares de nuestra literatura en la modorra española de los años 40. Lo mismo puede decirse de su equivalencia cinematográfica, realizada por el escritor y cineasta Edgar Neville en 1947.Edgar Neville, una de las víctimas del feroz olvido español, es sin embargo uno de los directore más notables de la estrecha historia de nuestro cine. La televisión puede ser ahora un buen vehículo para reparar en parte esta fechoría, y la programación de Nada, aunque válida por el propio peso cinematográfico de la película, merece ser sólo un anticipo de otros de sus filmes, entre los que se cuentan algunos de los más vivos e inteligentes hechos aquí nunca.

Nada se emite hoy, a las 22

00 horas, por TVE-2.

Nada debe verse en 1984 con un ojo puesto en la lúgubre fecha de su realización y, con ese mismo ojo, ir revisando las no menos lúgubres peculiaridades del cine que se dictaban por aquellos años en España, desde el poder. En este marco, como le ocurre a la propia novela, Nada trajo a la España oscura otro aire, otra condición, casi otro lenguaje, que presagiaba el vuelco que en los años cincuenta iba a dar la súbita aparición de una nueva generación de cineastas, capiteados por Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem.

Nada, de esta manera, se adelanta en mucho a su tiempo y nos ofrece con bastante veracidad, y dentro de sus limitaciones como cine eminentemente literario, una imagen bastante veraz, e incluso un poco pesimista, de la vida de la clase media en España, que poco tenía que ver con la admitida oficialmente. Neville, aun siendo un hombre de orden, por la naturaleza aguda y sutil de su humor, rompía siempre moldes por donde pasaba, y en sus huellas quedaba algo de ácido subversivo. Este es el caso de este filme-reliquia, que pese a su condición de tal conserva interés y puede verse sin complicidades sociológicas. Guión e interpretación son de Conchita Montes, acompañada por los italianos Fosco Giachetti y Adriano Rimoldi y Mary Delgado, Felix Navarro, María Cañete, Julia caba Alba, Maria Bru y Rafael Bardem, entre otros escelentes actores españoles.

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