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PANTALLAS

Olor a naftalina en la noche más vieja

Mota protagoniza una sátira política de humor surrealista - Sin uvas en Cuatro

Todo huele a naftalina en Nochevieja. Tan sólo el humor de José Mota en una Televisión Española sin publicidad -y sin el morbo de adivinar cuál es el último anuncio del año y el primero del 2011- se salva de la quema. Las ofertas del resto de las cadenas, mejor para olvidar, aunque Telecinco intentó salirse del guión de las galas y recurrió a la troupe de Sálvame en una jornada especial que no recibirá el premio a la innovación.

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Triunfo del surrealismo manchego en TVE. Cuando acabó José Mota en La Uno, José Luis Cuerda, también manchego, expuso en La Dos su código para burlarse de la realidad, con Amanece que no es poco, un monumento. La ficción de Mota en torno al maletín que contenía el pulpo que perseguían Rajoy y Zapatero se parece a la extraordinaria comedia del otro creador manchego. Dos genios. TVE tiene la suerte de contar con ambos, el cineasta en la historia, pues allí empezó a inventar estas ficciones, y Mota, que lleva años puliendo unos materiales que ya le convierten en maestro. El surrealismo que practica tuvo su momento culminante en el sketch de las manos de Rubalcaba, que eran las manos de Teresa Fernández de la Vega. La asociación manchega permite relacionar esa metáfora con el momento espléndido de la ficción de Cuerda cuando un joven inmaduro es sacado antes de tiempo de donde está plantado. Luego le quisieron dar a Mota un estrambote, retransmitiendo las uvas con Anne Igartiburu. De ahí, de las uvas, lo mejor fue que ni Anne ni José aparecieron tomándoselas. Ese detalle creo que constituyó lo más acertado de la realización de ese momento tradicional que siempre se nos atraganta. JUAN CRUZ

ANTENA 3 Reíd, malditos

Dice Manuel Vicent que es de mal gusto contar chistes en las cenas. Pues los que programaron la noche vieja de Antena 3 no le habrán escuchado. Lo más contundente de la noche, cuando la gente se preparaba para darse el atracón de uvas, fue una sucesión atosigante, de chistes contados siempre como si ya hubieran sido reídos. Los escuchamos de todos los colores. El mejor, para mi gusto, fue el que contó Martina Klein, sobre la ignorancia de las rubias guapas que no saben sumar dos más dos. Es un lugar común, no cabe duda, pero como ella es rubia y (muy) guapa eso se sintió como una buena ocurrencia. Eva Hache reapareció con su frescura habitual, y Gonzalo Miró atrajo al batiburrillo un chiste verde que tenía como protagonista a Unamuno. Debo decir que de todas las cosas que vi lo que más me gustó fue cómo se toma su trabajo Anabel Alonso, que le da a cualquier reiteración el aliento de una novedad. Y te hace reír. Luego Antena 3 nos atragantó las uvas con una sucesión de karaokes que quizá podrían dar igual el año que viene. - J. C.

CUATRO Atónito y sin uvas

Estoy esperando en Cuatro el paraíso que generan las fusiones insólitas, pero todo desprende aroma a enlatado, a no haberse gastado ni un euro en eso tan esplendoroso de recibir el nuevo año. Veo más tonterías de las justas Pero me resigno a cumplir mi humillante obligación, esperando ese ritual, para mi sagrado, de zampar religiosamente las doce uvas siguiendo las campanadas. Como siempre, dispongo de un pañuelo rojo en mi chaqueta y oro en la copa de champán. Además, hacer mi trabajo obliga a los seres queridos que me acompañan a que tambien degusten solidariamente en Cuatro el adíós al sombrío 2010. Llega el ansiado momento y todos nos quedamos flipados y con las uvas en la mano o atragantadas ante el tal Florentino lanzando publicitadas cervezas al ritmo de unas inaudibles campanadas. Cuatro nos ha arruinado la intocable ceremonia por primera vez en nuestra existencia adulta. Mi creencia en la predestinación, la superstición, la buena, regular y mala suerte, padcce un escalofrío. Si en los próximos días me embiste un tarado con su coche, si una desprendida teja se instala en mi cabeza, si un dolor intenso que ha empezado en el brazo se extiende al pecho, voy a querellarme contra Cuatro por haberme estafado en el rito que te librará de todo mal. - CARLOS BOYERO

TELECINCO Cenar con la familia

Este año Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez no estuvieron en la Puerta del Sol, pero ellos y su tropa de Sálvame rodearon el evento, desde primera hora de la tarde hasta la madrugada. Fueron los protagonistas. Ya ni necesitan invitados para animar el circo, los más animosos son ellos. A las diez de la noche se pusieron a cenar cuando en casa de los telespectadores también se cenaba. Hacían lo mismo que las familias al otro lado de la pantalla. Eso sí, esta familia virtual tenía un comedor y un vestuario más ostentoso. Las campanadas estuvieron a cargo de tres chicas de la casa. Sara Carbonero, Pilar Rubio y Marta Fernández. Estuvo bien eso de cambiar la fórmula habitual de la parejita endomingada. Su mayor angustia era no confundirse con los cuartos y las horas y el prólogo no fue un buen augurio porque dos de ellas hablaron de comerse las campanadas en lugar de las uvas. A la hora de la verdad no hubo errores. Era difícil cometerlos porque desde el año pasado una tarjeta de crédito partrocina dos comecocos que ayudan a ello. Telecinco 5 dió todo el día mucha importancia a la conexión con la Puerta del Sol. Tanto que fue la primera noticia del telediario de la noche. Una exageración, pero la cadena domina como nadie la autopromoción. En plena Nochevieja los de Sálvame les hicieron un hueco a los reclusos de Gran Hermano, para darles compañía y un empujoncito al programa. Eso sí, fue la televisión que trabajó más en directo. Pescado fresco y guisado casero. -TOMÁS DELCLÓS

LA SEXTA Entre dos

La factoría de Buenafuente fue la encargada de facturar el programa de Nochevieja. Y se lo encargaron a Berto y Ana Morgade. Dos tipos estupendos que tuvieron demasiado tiempo para ellos solos. La guasa central se basaba en que el calendario maya se termina en el 2012. ¿Estamos, pues, viviendo el último año del planeta? Berto apuntó una teoría menos preocupante: el autor del calendario se fue a cenar y lo dejó sin terminar. De todos modos el presentador vió algunas ventajas en que todo termine en el 2012. Por ejemplo, "no tendremos que soportar ni Sálvame ni Fama, baila". La perla de la noche, en este capítulo de la tradicional antipatía de esta cadena hacia la otra, fue una exclamación -"que se calle Belén Esteban"- que aludía a uno de los personajes que competían en la última fiesta televisiva del año. En el catálogo de gags los hubo socarrones (lo que no debe decirse una pareja tras el brindis), inteligentes (diez maneras de fumar) o horteras, como la selección de vestidos para la gala. Las campanadas, desde el plató, tuvieron la contabilidad de una marca de cervezas. Todo enlatado. -T. D.

José Mota, caracterizado como Alfredo Pérez Rubalcaba (TVE-1).
José Mota, caracterizado como Alfredo Pérez Rubalcaba (TVE-1).
Pilar Rubio,  Sara Carbonero y Marta Fernández (Telecinco).
Pilar Rubio, Sara Carbonero y Marta Fernández (Telecinco).

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