Píldoras de humor sin fecha de caducidad

Más de cinco millones de personas presencian cada noche las broncas de las tres parejas protagonistas de Escenas de matrimonio (Tele 5), el éxito televisivo de la temporada. ¿En qué se inspira José Luis Moreno para escribir los guiones? "En todo lo que he vivido", responde el artista y productor. Luego, esas historias se convierten en algo "histriónico, llevado a la exageración. Para que la gente se lo pase bien, para que se identifique, pero no del todo...". No ha sido tan benevolente el juicio del Instituto de la Mujer, organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que ha remitido una carta a Tele 5 en la que apela a su "responsabilidad social" para que "revise los contenidos" de la serie.

Moreno: "Hay series buenas, pero tan presuntuosas que alejan al espectador"

Porque "reproduce los estereotipos sobre roles", "transmite un comportamiento de pareja" que incluye "insultos y vejaciones" y "muestra a la mujer como origen de la infelicidad del hombre".

Roman Gubern, catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, entiende que "tienen razón en quejarse", pero matiza: "Se dramatiza demasiado sobre la influencia de la televisión en los valores y la moral pública". Para Gubern, estos programas son "entretenimiento resbaladizo", y que "no dejan huella". Incluso frente a aquellos que alertan del riesgo de emitir determinados mensajes, opina que el ciudadano "ve la vida a través de la vida", no de lo que llega desde la pantalla del televisor.

El productor (Aquí no hay quien viva) podría sumarse a parte de esta tesis: "Lo que el público agradece es la no presunción. Hay series que son buenas, pero tan presuntuosas que alejan al espectador. La mayoría de la gente vive unas vidas muy reales". Moreno retrata a tres parejas que no se soportan. Los jubilados Pepa y Avelino, "que son los padres de una cuñada". Marina y Roberto, de mediana edad, "que los veo todos los días, en lo que me cuentan las sastras" de la productora. Y los jóvenes Sonia y Miguel, a los que siente más próximos por la estrecha colaboración con sus sobrinos -Alberto y Laura Caballero, responsables de La que se avecina- en la compañía, Miramón Mendi.

Estos gags no son nada nuevo. Moreno ya los incluía en Noche de fiesta, el programa de variedades que dirigió para TVE a finales de los noventa. Pero, ¿qué ha pasado ahora para que la Federación de Mujeres Progresistas pida la "retirada" de esta comedia de situación al entender que "atenta contra la convivencia y fomenta la violencia?". Pues, principalmente, que muchos días llega a reunir a más de 5,5 millones de espectadores frente al televisor. Y semana a semana encabeza las listas de los programas más vistos.

Moreno sabe que se debe, además de al talento, a la "oportunidad". Algo que Eduardo García Matilla, presidente de Corporación Multimedia, denomina "ingeniería de programación". Escenas de matrimonio arranca cuando sus competidores entran en el bloque de deportes de los informativos, al que sigue la publicidad que antecede a la oferta de prime time. "Es el producto ideal para ese momento de zapeo", explica García Matilla. Una opinión que comparte David Sánchez, productor ejecutivo de Gominolas (comedia que Cuatro estrena próximamente) y coproductor ejecutivo de Aída (Tele 5): "Es un horario muy goloso", factor al que suma el "poso del humor tradicional".

A esto se añade el diseño de la producción, sketches cortos "que se digieren muy fácilmente", según Sánchez. García Matilla lo enmarca en la progresiva búsqueda de estímulos constantes, en especial de los jóvenes, "un zapping que genera una falta de compromiso con los programas largos". El espectador "no cambia de canal para buscar algo mejor, sino para autoestimularse, porque necesita más experiencias".

Un estudio del perfil de la audiencia que sigue Escenas de matrimonio desmonta algunos de los prejuicios que acompañan la trayectoria profesional de Moreno, quien es consciente de que al humor que practica se le asocian marchamos como "zafio" o "cuartelero". "Poniendo esas etiquetas a una persona de éxito se lo están poniendo a todos los seguidores", replica. Es una oferta más femenina (lo ven el 29,5% de las mujeres que a esa hora están frente al televisor) que masculina (24%); de clase media (29,4%) que de clase baja (22,6%); y los mayores de 65 años (22,9%) son los que menos se interesan, frente a los jóvenes de 13 a 24 años (31,1%).

Y pese a que se indica al comienzo que va dirigido a mayores de 13 años, lo sigue el 30,3% de la audiencia que va de los 4 a los 12. Un dato que llevó al productor a "cambiar muchas cosas del principio. He metido más ternura, más cómic. Ellos lo ven como un tebeo", asegura. "Y si los que hacen opinión quieren cambiar el gusto del país, que me parece algo fantástico, no pueden hacerlo desde un programa de variedades o una comedia. Hay que empezar en los colegios", zanja Moreno.