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Internet

La SGAE contra el 'bloguero'

El internauta ha sido denunciado por hacerse eco de una acción en la Red que asociaba a este organismo con la palabra "ladrones"

Carmen Pérez-Lanzac

Antes de empezar aclaremos un concepto: Google bombing. Se llama Google bombing a una acción colectiva que consiste en asociar una página web a una palabra concreta para, de esta forma, modificar los resultados del famoso buscador.

La sentencia podría sentar precedente sobre las opiniones en Internet

Por ejemplo, hace años una campaña de este tipo consiguió que las palabras "fracaso miserable" aparecieran en Google asociadas a la biografía del presidente Bush de la web la Casa Blanca. Más tarde, ya en España, un grupo contrario a la Sociedad General de Autores (SGAE), cuyos rifirrafes con los enemigos del canon digital son conocidos, asociaron la web de la entidad a la palabra "ladrones". De este modo, si alguien tecleaba "ladrones" en Google el primer resultado de la búsqueda era la web de la SGAE.

En 23 de abril de 2004, Julio Alonso, un madrileño de 34 años, director de WeblogsSL (una empresa que alberga blogs) y blogger él mismo, escribió en su bitácora personal un texto haciendo referencia a esta acción. El blog de Alonso, merodeando.com, está dedicado a "Internet, nanomedios, tecnología y su impacto en la sociedad". Bajo el título SGAE = ladrones, Alonso escribió: "Es alucinante lo de la SGAE. Lobo Gruñón [alias de Daniel Villoldo] explica muy bien en ¿Por qué cobra la SGAE? cómo cobran por una cantidad increíble de conceptos. También Escolar le ha dedicado recientemente su atención en La tarta del CD, desglosando el destino final del precio de un CD.

Acaba de lanzarse un Google bombing contra la sociedad de autores. Se trata de establecer un enlace a la página de la SGAE con el título Ladrones. Todavía no aparece en las primeras páginas de la búsqueda en Google, pero todo llegará". Cuatro días más tarde, Alonso actualizó su información: "Ya está ahí como primer resultado en la búsqueda 'ladrones' en Google. Cuatro días ha tardado el Google bombing en tener efecto". Su texto suscitó 130 comentarios, muchos críticos con la SGAE.

Han pasado cuatro años. Google ha cambiado su algoritmo para evitar que se manipulen los resultados de las búsquedas. Y el pasado 11 de junio, Alonso se sentó en el banquillo de los acusados denunciado por la SGAE de atentar contra su honor. La entidad no aceptó la propuesta del blogger, que se ofreció a matizar su noticia y brindarles el derecho a réplica. La sociedad de autores reclama la retirada del texto, así como de los comentarios que suscitó, y una indemnización de 9.000 euros. Alonso, por su parte, defiende su derecho a la libertad de expresión: "El texto no es injurioso. Me limité a informar sobre algo que estaba pasando en Internet. Los comentarios no son mi responsabilidad, sino de sus autores".

Si la sentencia es condenatoria podría sentar precedente y determinar la regulación de este tipo de casos en los que el demandado por publicar una información no es un medio de comunicación, sino un blogger. "La SGAE busca un efecto escarmiento, que los bloggers se autocensuren", opina Alonso, que, si le condenan, recurrirá la sentencia. Contactados por este periódico, fuentes de la SGAE declinaron hacer ningún comentario hasta que no haya un veredicto. Está previsto que el juez se pronuncie esta semana.

El <i>bloguero </i>Julio Alonso.
El bloguero Julio Alonso.JOSÉ RAMÓN AGUIRRE

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Sobre la firma

Carmen Pérez-Lanzac
Redactora. Coordina las entrevistas y las prepublicaciones del suplemento 'Ideas', EL PAÍS. Antes ha cubierto temas sociales y entrevistado a personalidades de la cultura. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de El País. German Marshall Fellow.

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