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FICCIÓN

Un hombre entre seis mujeres

Eduard Fernández vuelve a televisión con una serie dirigida por Mariano Barroso

Rocío García

Un hombre despreciable moralmente, pero adorable en lo humano, atrapado en su mundo, irónico y mentiroso; atractivo y libre. Así es Nacho, el protagonista de Todas las mujeres, la serie que dirige Mariano Barroso y protagoniza Eduard Fernández. A lo largo de seis capítulos de media hora, Nacho, un veterinario que vive en los alrededores de Madrid, se irá enfrentando a seis mujeres que han sido importantes en su vida y a través de esos encuentros, el espectador irá descubriendo la compleja personalidad del personaje. La serie, que se estrena esta noche (22.00), es la primera producción dramática para una televisión de pago (TNT, dial 24 de Digital +), al estilo de las que se realizan en Estados Unidos, es decir, que no está dirigida, como las que se hacen en las cadenas generalistas, al público familiar.

La ficción retrata a un hombre irónico y mentiroso; atractivo y libre

Barroso ha dejado a un lado la acción, género que ha primado en su carrera cinematográfica (Los lobos de Washington, Hormigas en la boca) para centrarse en los diálogos y la interpretación. Todas las mujeres es toda una apuesta, una novedad en el panorama español, un experimento arriesgado, rodado entre cuatro paredes (la vivienda del protagonista), en la que lo importante es el guión y "los corazones" de los actores, según su realizador. "Ha sido un viaje muy largo e intenso. Es quizás la experiencia más bonita de mi carrera. Con ella se llega a la esencia del cine, que son el guión y los actores. Sin estos intérpretes, sin Eduard Fernández, este experimento hubiera sido impensable", explicaba Barroso la semana pasada durante la presentación de Todas las mujeres. Junto a Eduard Fernández, columna vertebral de la ficción, van apareciendo capítulo a capítulo Michelle Jenner, Marta Sarralde, Petra Martínez, María Morales, Nathalie Poza y Lucía Quintana.

Hombre lleno de misterios y capas, que cada una de las mujeres intenta desentrañar es, según Fernández, "víctima de sí mismo, es hijo de esa madre castradora y absorbente". Con esta serie Fernández vuelve a la televisión, medio que abandonó hace más de 10 años cuando despegó su carrera en el cine. También supone el reencuentro con Barroso, con el que trabajó en Los lobos de Washington y Hormigas en la boca. "Es un gran experimento, en el que hemos puesto mucha ilusión. Tenía ganas de volver a hacer algo juntos y tirarnos a la piscina. Nos entendemos muy bien y nos reímos mucho. Una vez vista la serie ha cumplido nuestras expectativas". "Éramos un equipo muy reducido. Hemos trabajado como en familia, con una gran intimidad, fue una sensación que me remitió a mis orígenes en el teatro cuando hacíamos todo con cuatro duros", añade Fernández, para quien el soporte -ya sea cine, teatro o televisión-, es lo de menos. "Yo no tengo ningún prejuicio con la televisión. Lo importante es el espíritu, lo que quieres contar y cómo lo cuentas".

Todas las mujeres tiene un final abierto, con lo que los responsables de TNT no descartan una segunda temporada.

Eduard Fernández y María Morales, en una escena de <i>Todas las mujeres. </i>
Eduard Fernández y María Morales, en una escena de Todas las mujeres.

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