¡Qué mareo!
La Nintendo 3DS es sencilla, divertida y muy práctica, pero fatiga la vista - El fabricante aconseja descansar 15 minutos por cada 30 de actividad
Las fotos tridimensionales, sorprendentes; el atrapacaras, también; el acceso a Internet por wifi, útil; los juegos enganchan; su uso, tan sencillo que sobra el grueso manual que se adjunta y por supuesto cabe en el bolsillo. Todo es perfecto para que la consola Nintendo 3DS, en tres dimensiones, triunfe... pero marea. Me marea, lo siento.
Esta vez vale la pena seguir los consejos de seguridad. No son como esos 'ojo con la bolsa de plástico; no es un juguete, si se la mete por la cabeza al niño y la cierra, la criatura se puede asfixiar'... No, Nintendo advierte claramente: "Descansa de 10 a 15 minutos cada hora de juego (o cada media hora si usas la función 3D), aunque creas que no lo necesitas".
El efecto 3D es regulable tanto en la cámara de fotos como en los juegos
Lo necesito y, además, antes de esos 30 minutos aconsejables. Siempre cabe la solución de quitar el efecto regulable 3DS, pero para eso ya existe la consola convencional.
Nintendo lleva 20 años arrasando con las consolas portátiles, como la mítica Gameboy y sus Pokémon. Luego consiguió dar el gran salto de la infancia a la tercera edad. Captó el interés de personas que jamás habían tenido en sus manos una consola. Es decir, que tienen tomada la medida al entretenimiento. ¿Su secreto? Cuantos menos mandos, mejor; cuantas menos instrucciones, mejor. Y aquí repite la fórmula.
La consola 3DS, puesta a la venta el viernes (250 euros), es la primera tridimensional y, probablemente, lo será por un tiempo, ya que a su favor cuenta con el reducido tamaño que hacen innecesarias las gafas especiales. Basta con colocarse la consola cerca de los ojos para apreciar el efecto 3D. Y, aunque el fabricante aconseja no aproximarla más de 35 centímetros, la tentación es más fuerte. Cuanto más cerca, más inmersiva es, aunque nunca como en una pantalla de cine o del televisor.
La máquina incluye algunas aplicaciones 3D para pasar buenos ratos sin necesidad de comprarse juegos (los antiguos de la DS valen para esta máquina). Es el caso de Atrapacaras. Consiste en fotografiar caras, luego la máquina les coloca un casco con hélice y el cabezón comienza a volar por la pantalla mientras disparamos y obtenemos puntos. Un divertimento básico y barato.
Aparte del Street Pass para intercambiar muñecotes con otros jugadores, la estrella de la consola es su cámara de fotos. Es divertido realizar fotos en 3D, tanto del prójimo como de ti mismo gracias a sus tres cámaras, y luego pintarrajearlas con corazoncitos y mensajes. Las imágenes se guardan en una tarjeta, incluida en la consola, y se intercambian o se envían por Internet con su acceso wifi.
Ya hay una veintena de juegos adaptados a la consola 3D (efecto bastante mejor logrado que la película Torrente 4, con perdón). De los probados, el Street Fighter es el más complicado. Un manual de ciento y pico páginas explicando combinaciones de teclas para dar la patada perfecta al kung- fu de turno. Al segundo KO en 10 segundos lo cierro, aunque vale la pena el tráiler del juego, muy 3D. Todo lo contrario es Nintendogs, dedicado al cuidado de mascotas. Es un poco lento (para conseguir el primer lametazo tuve que acariciar más rato a mi mascota virtual que a la real), aunque impacta que el perro reconozca la voz del dueño y actúe en consecuencia.
Otra de las novedades de la 3DS es su botón deslizante, fundamental para juegos de conducción como Pilotoswings, que consiste en pilotar una avioneta o un parapente. Por si el efecto 3D no fuera suficiente, la avioneta da vueltas en el aire al mismo ritmo que se descontrola el mando. A estas horas, ya fallan los reflejos, se han rebasado ampliamente los 30 minutos aconsejados para los niños menores de seis años (también la edad) y lo mejor que se puede hacer es apagar la máquina si no queremos caer en la cuarta dimensión.

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