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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El nido

Juan Cruz

Algo han debido ver todas las cadenas en Miguel Ángel Rodríguez para dejarle sitio en tantas monturas. No se distingue el que fuera aguerrido portavoz de José María Aznar en los primeros compases de su gobernación por llevarse los temas aprendidos; hace como cuando era portavoz, lanzaba titulares, consignas, hacía que la conversación se moviera en torno a lugares comunes que a veces se fueron contra su propio rostro, que es, por cierto, bastante resistente.

Ahora pasea por las cadenas -anteanoche, por La noria de Tele 5- como árbitro parcial en el asunto Leganés, que unos llaman caso Leganés y que se va abriendo paso como el caso Lamela. El otro día, en Telemadrid, que es uno de los nidos donde se ubica este pájaro de la ubicuidad, dijo que Luis Montes, el médico cuya actuación profesional ha sido ahora exonerada de toda sospecha, era un nazi, y explicó lo que era un nazi, como si la explicación ya avalara el insulto. Tiene más nidos; también acude, con argumentos similares, a la cadena estatal, y ahí dice, en un minuto menos un segundo, cosas que levantan, imagino, la moral de su tropa, pero que sumen los coloquios (ése en concreto) en una especie de incomodidad que trata de salvar, con buena voluntad, Ana Pastor, la conductora del programa. Aquí, en La noria, Rodríguez consigue compañeros de ruedo tan aguerridos como él -Isabel Durán, Urdaci, que alecciona también en varios nidos-, pero los aventaja en el uso de los lugares comunes como un filibustero sin escrúpulos: qué dices que me río, y se reía cuando los de la bancada de enfrente -Enric Sopena, Pilar Rahola- le levantaban la voz. Había una doctora que hizo preguntas sobre el caso Lamela, pero su actuación fue opacada por el griterío. Por cierto, un SMS dio una clave que a lo mejor llega a lo hondo más que cualquier otra crítica. Decía que en el panel sobraban periodistas y faltaban médicos. Sabio mensaje en medio de tanta mugre como se lee y se oye.

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