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Fuera de plano

Un rapto muy televisivo

Una niña inglesa podría haber sido víctima de un falso secuestro inspirado en una serie de ficción, 'Shameless'

Una vez más se impone el tópico y la realidad supera a la ficción: la familia desestructurada pero a ratos feliz de la comedia de Channel 4 Shameless parece un modesto retrato de las miserias de la vida cotidiana en comparación con el drama de los Matthews. Aunque aparenta cerca de 50, Karen Matthews tiene 32 años y siete hijos de cinco padres distintos. Hasta hace unos días era la pobre madre de una niña de nueve años, Shannon, desaparecida sin dejar rastro el pasado 19 de febrero. Tras una movilización policial sin precedentes desde los tiempos del Destripador de Yorkshire, Shannon apareció sana y salva en casa de un pariente, a menos de dos kilómetros del domicilio familiar. La policía sospecha que se ha tratado de un falso secuestro inspirado, precisamente, en la serie Shameless, y ha detenido a la madre de la pequeña.

La madre de la niña ha sido acusada de obstrucción a la justicia
Un hombre pidió dinero a los McCann para buscar a la pequeña Shannon

De héroe a villano, las manifestaciones de apoyo a Karen Matthews se han tornado en sorpresa y crispación y la policía ha tenido que repartir octavillas entre los vecinos de Dewsbury, en el norte de Inglaterra, pidiendo calma y advirtiendo de que nadie puede tomarse la justicia por su mano. Los vecinos no sólo se sienten traicionados, se sienten humillados y cabreados porque la policía registró las casas de 600 de ellos y ahora creen que la madre lo sabía todo desde el principio.

En un capítulo de Shameless, emitido apenas un mes antes de la desaparición de Shannon, la hija más sensata del protagonista no se cree que a su padre le haya tocado la lotería como él dice. Entre otras cosas porque sabe que nunca en su vida ha comprado un boleto: el poco dinero que maneja se lo gasta en tabaco y cerveza. Para desenmascarar al padre, la joven organiza el falso secuestro del benjamín de la familia para que el padre tenga que admitir que no tiene el dinero que le exigen los secuestradores.

En el caso de Shannon Matthews, la policía no ha confirmado que se tratara de un autosecuestro pero, según la prensa, la madre ha reconocido que desde el primer día sabía dónde estaba su hija y ha sido acusada de obstrucción a la justicia y de provocar daños a la pequeña. Shannon apareció el 14 de marzo (casi un mes después de desaparecer) en casa de un tío del compañero de su madre, escondida debajo de una cama.

Tampoco está claro cuál sería el objetivo de la operación. Una tesis apunta a que Karen quería sacarse de encima a su actual compañero, Craig Meehan, un pescatero de 22 años con aspecto de pocas luces que ha acabado siendo detenido por poseer pornografía infantil, aunque en principio los cargos contra él no están relacionados con la desaparición de la pequeña Shannon. Al parecer, Karen había decidido irse a vivir a casa de Michael Donovan, un tío de Craig. Pero a última hora ella se echó atrás cuando la niña ya estaba en casa de su tío postizo y la madre no supo cómo parar el asunto.

El gran público, sin embargo, parece inclinarse por la tesis de que todo esto tenía como objetivo sacar dinero a la familia de Madeleine McCann, la niña desaparecida hace ahora un año en el Algarve de Portugal. Los partidarios de esta tesis se apoyan en que un hombre se presentó en casa de los McCann para pedirles dinero del fondo constituido para la búsqueda de Madeleine con la excusa de que era para buscar a Shannon. Los McCann no le dieron el dinero, pero recibieron luego un correo electrónico en el mismo sentido. Aunque eso tampoco prueba muchas cosas: bien podía haber sido cualquier listillo dispuesto a aprovecharse de la ocasión.

Karen Matthews, madre de la niña desaparecida.
Karen Matthews, madre de la niña desaparecida.REUTERS

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