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Reportaje:Diseño

Estrategia 'Piano' en Malta

El arquitecto italiano cambiará el perfil de la isla con una remozada ópera

A lo largo de los siglos su posición estratégica para las rutas navales del Mediterráneo le procuró más de un disgusto a la isla de Malta. Napoleón la conquistó en 1798, aprovechando la promesa de los caballeros de no luchar contra ningún rey cristiano, pero la impopularidad del Emperador facilitó la labor de los ingleses, que dos años después asumieron el control de la isla y lo mantuvieron hasta su independencia, en 1964. Durante la II Guerra Mundial, al formar parte del Imperio Británico, se convirtió en blanco de los bombardeos de la aviación alemana, que una mañana de 1942 redujeron a escombros la Royal Opera House, construida a mediados del siglo XIX por el arquitecto inglés Edward Middleton Barry, autor del célebre Covent Garden de Londres.

Las ruinas de la ópera han sido objeto de diversas propuestas de reconstrucción y de otras tantas controversias, pero hasta la fecha ninguna había prosperado. El artífice del milagro es Renzo Piano, autor del Centro Pompidou de París y de decenas de otras obras emblemáticas, como el aeropuerto de Osaka, la Fundación Beyeler de Basilea y, más recientemente, el Museo de Historia Natural de San Francisco y la nueva ala del Art Institute de Chicago. El arquitecto italiano ha dado en la diana proponiendo conservar las ruinas, "que después de 68 años han alcanzado el estatus de monumento", injertándolas en un coliseo al aire libre. Las paredes translúcidas removibles y los equipos de luz y sonido móviles, que le otorgarán la identidad de teatro durante las representaciones, desaparecerán cuando no haya espectáculos, dejando en su lugar una plaza, con vocación de ágora, rodeada por jardines.

El proyecto forma parte de un amplio programa de reformas, que costará 80 millones de euros y durará unos cuatro años. Además de la ópera, en el vacío dejado por las bombas, Piano construirá un nuevo Parlamento, un edificio de dos bloques de piedra, colocados sobre unos contrafuertes, que crean la sensación de que están suspendidos en el aire. No se trata de la típica obra de atrios enormes e inútiles. "La arquitectura es el arte de construir espacios adecuados a los seres humanos. Está de moda una especie de priapismo arquitectónico, cuanto más grande mejor", lamenta Piano. El suyo es un edificio ecológico, de "emisiones cero", que aprovechará el sol, el viento y la masa rocosa de la isla para generar y mantener la temperatura interna estable, sin necesidad de aire acondicionado ni calefacción.

El arquitecto eliminará el aparcamiento que afea los bastiones y recuperará la entrada original a la ciudad de los templarios, oculta tras numerosas intervenciones, culminadas con las modificaciones salvajes de los años sesenta. "Más que añadir, quitamos", asegura Piano.

Dos planos con la obra de reconstrucción de la ópera.
Dos planos con la obra de reconstrucción de la ópera.

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