_
_
_
_
_
Reportaje:Estilos

Manualidades para la era digital

Piezas narrativas basadas en la técnica del 'stop motion' triunfan en Internet

Carmen Mañana

En una época de revolución digital, en la que se ruedan cortos con móviles y películas enteras a base de efectos especiales, las piezas o composiciones narrativas elaboradas manualmente (en stop motion) triunfan en la Red. Secuencias de películas reproducidas con piezas de Lego o la historia de dos dientes de leche contada a través de fotografías son proyectos analógicos, sencillos y hasta infantiles, aunque de laboriosa realización, que blogs y redes sociales han convertido en un fenómeno 2.0. "La gente ve y aprecia la cantidad de trabajo manual que hay en cada propuesta y eso hace que regresen a tu web para volver a sorprenderse". Así explica la californiana Inhae Lee el éxito de estas páginas. La suya, My milk toof (mymilktoof.com ), recoge las desventuras de dos dientes, Icklee and Lardee, elaborados a base de arcilla y meticulosamente decorados. Más de 12.000 personas siguen cada capítulo, que consiste en una serie de imágenes acompañadas de escuetos pies de fotos. Simple pero efectivo. Tanto, que tras sólo un año de andadura, el blog se ha convertido en un libro, My milk toof: The Adventures of ickle and Lardee, que se publicará en marzo.

Según un creador, "apelan a la nostalgia de una generación"

La fama de estas traviesas muelas no hace más que crecer. Tienen incluso su propio merchandising. Libretas y postales que se agotaron nada más salir a la venta. Lee dice que nunca pudo imaginar que se ganaría la vida con este proyecto, que puso en marcha sin ninguna expectativa después de que la despidiesen de la empresa de videojuegos donde trabajaba como diseñadora. La californiana tarda de dos a tres semanas en elaborar cada historia: moldea los personajes con sus diferentes expresiones, cose sus miniatuendos, fabrica sus minimuebles o los compra por Internet para luego adaptarlos. Denuncia que se está perdiendo el preciosismo y las creaciones artesanales y asegura que los internautas lo valoran y echan de menos.

Alex Eylar está de acuerdo. Su historia es muy parecida a la de Lee. Con 22 años, este estudiante de cine estadounidense lleva toda su vida jugando con Lego. Hace unos meses decidió recrear y colgar en su cuenta de Flickr (flickr.com/photos/hoyvinmayvin ) fotogramas de películas elaborados a base de estas piezas de construcción: 007, El resplandor, Harry Potter, La naranja mecánica u Origen. "La de Origen es la foto más popular y también la más costosa. Tuve que construir todo el vestíbulo, girarlo y reproducir exactamente los ángulos y la iluminación de la escena original", cuenta Eylar vía mail. Dice que nunca esperó "recibir tanta atención".

La versión 2.0 del boca a oreja, el pantalla a pantalla, le ha granjeado miles de seguidores y ha difundido su trabajo hasta hacerlo llegar al diario The New York Times, que el pasado mes de diciembre le dedicó un cuarto de página en su suplemento de estilo. Unos centímetros de papel por los que cualquier artista o artesano, digital o analógico mataría. Como precisa Eylar, "creo que estos proyectos también triunfan porque apelan a la nostalgia de la infancia de una generación", de una época en la que los juguetes no eran virtuales.

Reinterpretación de Alex Eylar de la película <i>Origen</i>, hecha con piezas de Lego.
Reinterpretación de Alex Eylar de la película Origen, hecha con piezas de Lego.
Versión de <i>El resplandor,</i> dirigida por Alex Eylar.
Versión de El resplandor, dirigida por Alex Eylar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_