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Reportaje:

Minimalismo ilustrado

Independientemente de que el mundo digital vaya ganando terreno, el libro-objeto no dejará de tener su encanto. Hay dueños de considerables colecciones de libros que no los han abierto jamás. Lo cierto es que, aparte de su contenido y muchas veces gracias a él, el libro es un objeto de contemplación, decoración, ostentación de sapiencia, compañía y como no, placer. El diseñador italiano Bruno Rainaldi lo sabe y por eso creó el librero Ptolomeo (Premio Compás de oro 2004). Se trata de convertir una pila de libros en una experiencia estética, a partir de unas piezas metálicas en forma de U que al unirse pueden alcanzar la altura deseada, colgadas de la pared o con una base. Lo demás lo hacen los libros. En la misma línea de discreción funciona el estante flotante Conceal, diseñado por Miron Lior en acero. Simplemente se atornilla a la pared y listo. El Ptolomeo cuesta entre 300 y 700 euros y está disponible en Corium Casa (Barcelona) www.coriumcasa.com. El Conceal cuesta 29 euros en Vinçon http://www.vincon.com/.

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