Mobiliario urbano más allá de la farola

¿A qué llamamos diseño urbano? No sólo son farolas, barandillas o bancos. Nuestro entorno está repleto de contenidos que pasan inadvertidos, a pesar de que el mobiliario urbano contiene información que afecta a todos los ciudadanos. La exposición Hipótesis urbana. Investigación sobre diseño contemporáneo, que se celebra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid hasta el 29 de marzo, plantea ampliar la mirada sobre el decorado de la ciudad.

El diseñador Álvaro Rey, del equipo Waksman, que comisaria la muestra, propone aparcar todo lo aprendido y, como si fuésemos aquellos simios prehistóricos de 2001, una odisea en el espacio, preguntarnos qué es y para qué sirve. Como entrenamiento se puede empezar con algunos de los proyectos realizados que integran la exposición.

- Ascensor Alde Zaharra. De ABR + Arquitectos y Lur Paisajistak. Ubicado en Hondarribia (Guipúzcoa) es una caja de vidrio y metal que se eleva entre los árboles permitiendo unas magníficas vistas sobre la bahía de Txingudi.

- Todos somos peatones. De Mr. John Sample para el RACC Automóvil Club. Es una campaña para advertir de los riesgos de la circulación en la ciudad a base de grafitti. En los pasos de cebra se pintaron las siluetas simulando el número de fallecidos.

- So-ffa. De BCQ Arquitectos. Es una pieza para la plaza de la Amistat en El Prat de Llobregat (Barcelona), un proyecto que debía resolver la urbanización alrededor de un grupo aislado de viviendas sociales ocupadas exclusivamente por gitanos.

- Tooio. De Rafael Casado. Es una red social evolucionada, fuera de lo común, una mezcla de Facebook, GPS y Google Maps, que te dice dónde se encuentran tus amigos y los que están más cerca de ti en ese momento. También la farmacia más cercana, por ejemplo. Destinada a teléfonos móviles y a la web.

- Spy. Es un artista madrileño que quiere sacudir la inercia autómata del urbanita. Vamos, que reflexione un poco sobre su alrededor. Su obra rezuma intención, ironía y, como no, humor.