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Reportaje:Estilos

Música para fans de lo tangible

El español Nick Dangerfield diseña una chapa-disco que se cuelga en la ropa como un imperdible

En el mundo de la música la decisión se tomó hace ya años: el camino universalmente aceptado es el soporte digital. Pero cuando el centro es sólido, siempre queda libertad en los márgenes. Y hay quien la aprovecha para reivindicar ideales que parecían perdidos a través de creaciones cargadas de nostalgia pero quizás también de futuro, como el Playbutton. A caballo entre la camiseta y el CD, este disco para vestir es un goloso caramelo para los verdaderos amantes de la música, los que solían pasarse horas revolviendo entre vinilos, los que aún compran merchandising de su banda favorita al final de un concierto y los que disfrutan regalando música.

"El Playbutton es para los que aún nos aferramos a lo tangible, los que damos bocanadas de aire como daría un pez que lucha por seguir vivo y que aspira a seguir manteniendo una relación objetual con la música". Nick Dangerfield, un español de origen británico afincando en Nueva York, que ya le regaló al mundo una nueva herramienta para la experiencia visual -la cámara de super 8 digital Harinezumi- se ha independizado de la empresa Powershovel que la fabricaba para lanzar otro objeto irresistible presentado en sociedad hace apenas tres semanas.

El Playbutton no permite alterar el orden de las canciones del álbum
"Es una forma de reivindicar tu pasión por una banda", proclama el creador

El Playbutton es una chapa-disco de 4,5 centímetros de diámetro que en realidad es un álbum como los de antes con tecnología de ahora: el exterior muestra la portada del disco y dentro de la chapa, que se cuelga de la ropa con un imperdible, hay un mp3 con un solo álbum en el que las canciones están en el mismo orden que decidió la banda, sin posibilidad de ser alterado. No pueden extraerse ni son intercambiables. La batería dura cuatro horas y se recarga en cualquier ordenador mediante un jack que también sirve para conectar los auriculares.

Pero... ¿por qué alguien querría gastarse 20 dólares (o 14 euros) en algo así cuando en iTunes podrías comprar el álbum por nueve? "El Playbutton es una forma de reivindicar públicamente tu pasión por una banda y de apoyarla económicamente. Es una experiencia sonora diferente a la de un iPhone, un objeto opaco que no te deja saber qué está escuchando otra persona", defiende su inventor.

En la lista de músicos que pronto tendrán su chapa-disco están Mount Eerie, The Pains of being pure at Heart, Oval y Javelin. La primera banda que lo abrazó fue Bubbles, una de las favoritas del mundo underground neoyorquino, que presentó en un fiestón en un loft privado (como en el Nueva York de antaño) su disco homónimo, editado solo en Playbutton y producido por Parte LLC.

Esta discográfica es la cara romántica del Playbutton, puesto que Dangerfield y su socio, el español Víctor Esther, que ejerce como director de arte de la empresa, no solo aspiran a popularizar este nuevo soporte si no a construir un pequeño sello que editará discos en ese formato. El fotógrafo Mark Borthwick, adorado entre la modernidad, ha creado la banda sonora para un paseo y lo último que el actor de culto Bruno S. compuso antes de morir también lo editarán ellos.

Pero lo que a Dangerfield más le gusta es haber creado un objeto que "acerca la música a lugares a los que antes no llegaba". Por ejemplo a tiendas de ropa como Opening Ceremony, lugar de peregrinación de cazadores de tendencias, que ha editado su propia recopilación de canciones de amor en este formato. El Playbutton (www.playbutton.co) ahora se vende en el New Museum de Nueva York y pronto estará en Rough Trade Records de Londres y en Madrid en Casa Peseta.

El Playbutton reproduce, en este caso, la portada de un disco de Bubbles.
El Playbutton reproduce, en este caso, la portada de un disco de Bubbles.

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