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Reportaje:Gastronomía

Póngame una copa de vino 'light'

Ribera del Duero y Jumilla sacan al mercado un blanco y un tinto de calidad y baja graduación alcohólica

Una adivinanza: ¿qué producto creen que se está lanzando si leen "con tan sólo 50 kilocalorías", "igual que una manzana", "cuida tu salud desde dentro", "con antioxidantes y aminoácidos naturales"? Si lo adivinan es que están a la última, porque se trata de un vino blanco que acaba de salir al mercado. Se llama 9 Sobresaliente y lo elabora Bodegas Valduero (Gumiel del Mercado, Burgos) de la denominación de origen Ribera del Duero. Su graduación alcohólica es de 9%, lo mínimo que la legislación permite para que el producto se pueda denominar legalmente vino, y la uva con la que está elaborado es Albillo. Éste fue precisamente el punto de partida de sus creadoras, las enólogas y hermanas Yolanda y Carolina García Viadero, cuyo objetivo era recuperar esa variedad blanca autóctona, marginada ante la fuerza de los imparables tintos. Han hecho "un vino para gente joven, fácil de beber y posible sustituto de otras bebidas no sólo para una comida, sino como aperitivo". "Blanco light", como también lo denominan, es un vino ligero, muy refrescante y con un agradable y ligero carbónico (burbuja). De la añada 2006 se han elaborado 600.000 botellas y saldrá al mercado aproximadamente a unos ocho euros.

Se trata de dos proyectos dispares de dos bodegas de prestigio

Otra propuesta de vino ligero viene de Jumilla (Murcia). El Grupo Casa de la Ermita saca al mercado Altos de la Ermita, su puesta de largo será los próximos días en Alimentaria. Es un tinto elaborado con las variedades Monastrell, Tempranillo y Petit Verdot y criado en barrica francesa y americana durante seis meses. Por su 6,5% legalmente es un "producto derivado del vino", que ellos han denominado vino de contenido alcohólico reducido. Un complejo método de elaboración pionero en el mundo, cuyas investigaciones se remontan al año 2005 cuando Casa de la Ermita junto con las universidades de Murcia y Cartagena y el CDTI (Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico) decidieron poner en marcha este proyecto. Un método que comienza a ejecutarse desde el principio, es decir, desde la vid y el sistema de cultivo de las variedades. Se logra así vendimiar con menor contenido en azúcar y por tanto menor graduación alcohólica potencial. Le sigue un proceso de elaboración donde se provocan grandes cambios de temperatura con levaduras poco eficientes en la transformación de azúcares en alcohol y que previamente han sido seleccionadas por la bodega. Al final, un sistema físico de separación del alcohol logrará que el vino consiga la mitad de graduación de lo habitual (13%-14%).

La originalidad de Altos de la Ermita reside en que siendo un producto de tan sólo 6,5% mantiene la calidad y la percepción que los aficionados tienen de un buen vino. Es un vino dirigido a consumidores exigentes y que en muchas catas a ciegas sorprendería.

Para Pedro José Martínez, fundador de Casa de la Ermita y consejero delegado, "no es un sustituto del vino clásico sino un complemento y responde a la demanda del consumidor". Se han elaborado 700.000 botellas y costará unos 11 euros en tienda.

Resulta curioso que estas dos novedades de bodegas prestigiosas sean el resultado de dos proyectos dispares, ya que se trata de un vino blanco light en una zona de potentes y afamados tintos (Ribera del Duero) y un vino con la mitad de graduación en una zona caracterizada por el alto contenido alcohólico de sus vinos (Jumilla). El reto es: vinos de bajo contenido alcohólico pero de calidad, sin decepcionar a los aficionados.

Botella de Altos de la Ermita de Jumilla.
Botella de Altos de la Ermita de Jumilla.

¿Verdadero o falso?

Los proyectos españoles de vinos con baja graduación son pioneros y muy diferentes a los que producen en el resto del mundo. En Alemania y Francia comercializan unos 10 millones de litros de vinos sin alcohol. En las enotecas parisienses se pueden encontrar burdeos, borgoñas o alsacianos "desalcoholizados": blancos, tintos, rosados o espumosos de 0,3%, con calidad discutible.

La última edición de Sial (Salón Internacional de la Alimentación) celebrado en 2006 en París presentó como novedad este tipo de "vinos" resultado de las investigaciones del INRA francés (Instituto Nacional de Investigaciones Agroalimentarias) para relanzar el sector del vino en Francia. Ahora llegan al consumidor, pero la historia se remonta años atrás. En 1986 una asociación de cooperativas del sur de Francia con el apoyo del INRA sacó al mercado el vino Bonne Nouvelle de 0,2%. Actualmente venden más de un millón de botellas en supermercados.

Desde California o Italia hasta Nueva Zelanda o Tasmania, se pueden encontrar los más variopintos vinos de frutas que nos podamos imaginar o vinos sin alcohol hechos a nivel industrial, pero eso... ¿es verdadero vino? Caten y comparen.

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