Ropa pop para un país rock

Felix es una firma pop en un país rock. Estamos hablando de Argentina, un lugar donde no hay crisis, sino catarsis. Un país que en noviembre de 2002, cuando Martín Egozcue, diseñador de moda y suicida comercial, decidió lanzar su propia firma, justo acababa de levantarse del penúltimo puñetazo económico, esta vez, casi metafísico. Pasó de la pizza y el champán hasta este sushi y mojitos que definen hoy Buenos Aires.

Llama la atención incluso de quienes jamás encontrarán nada qué ponerse

"Quería probar que la ropa linda puede ser un negocio", dice el creador

Desafiando a la razón y a la lógica bancaria, Felix es hoy una de las firmas de moda de calle más populares y respetadas de la floreciente escena creativa de la capital que, articulada alrededor de los límites del barrio de Palermo Viejo trata de confirmar el renacimiento del país a golpe de tendencia. "Lo que deseaba desde el primer día era probar que no sólo podía hacer linda ropa, sino que también es posible convertir eso en un negocio", declara Martín vía e-mail.

La firma posee una primera línea que ahonda en el poso de la tradición británica más sport, rodeando la sastrería de Saville Row por el lado de Paul Smith hasta llegar a Pringle o a las nuevas encarnaciones de Fred Perry. Un poso mod, un deje casual y elegantes homenajes a los terrace boys del East London. Mientras, los jeans de Felix se adentran en el terreno pitillo y fashion rock. Finalmente, Martín ha creado una sección de ropa para niño, que triunfa en su miniaturización del look Ivy League y el punk más satinado.

Demasiado pop para un país que aún adora a Metallica. Demasiado inglés para un país que tiene demasiadas heridas sin cicatrizar. "No estoy muy seguro de que Argentina sea un país rock. De cualquier modo, a la hora de crear, no pensamos demasiado en la cultura nacional, sino en la que nos gusta a nosotros. Personalmente, lo que más me interesa es la arquitectura, compro muchos libros sobre el tema. Además, hoy sólo yo me implico en las ideas generales de cada colección. El resto queda en manos de un equipo de gente joven con mucha energía e ideas", concluye Egozcue.

En la actualidad, la firma se encuentra en un momento de expansión. Poseen dos tiendas oficiales de la marca, un outlet y otra para niños, y acaban de abrir un nuevo espacio dedicado a moda. "Es un concepto muy nuevo en el país, pero muy interesante. Vendemos desde camperas de cuero hasta discos, pasando por DVD de la música que nos gusta, sombreros de paja para la playa, corbatas, moños, gemelos, zapatillas Nike, mantas, tablas de surf...". El concepto de este local encaja a la perfección con la idiosincrasia de una marca que desde el primer día, y como ha podido verse hasta ahora, ha decidido romper con los estereotipos y la tradición.

Para Felix no hay nada imposible. No hay verdades absolutas. "El panorama de la moda argentina está muy desarrollado en su vertiente femenina", recuerda el propietario de la firma. "Por supuesto, hay cosas que me gustan y otras que no. El problema es la oferta en ropa de niño y de hombre, que es muy pobre", considera. Por eso tal vez su paleta de clientes sea tan amplia, desde adolescentes hasta padres jóvenes, pasando por víctimas de la moda e incluso gente que se niega a ir a la moda.

Al entrar en sus tiendas, curiosamente, se percibe que hay casi más chicas que chicos. Su oferta es tan peculiar en el contexto argentino que llama la atención incluso de quienes jamás encontrarán ahí nada que ponerse. Y eso sin hablar de la música que suena en sus espacios. Impecable. Así las cosas, parece que el próximo paso debe ser la internacionalización de la firma, cuyo potencial competitivo, tanto por calidad de diseño como por la competitividad actual del peso, parece enorme. De momento, venden en Uruguay y dicen haber recibido muchos pedidos de Reino Unido, Suecia y EE UU.