El balón, con tinta entra
Hace dos años un par de ingleses con pasión por el diseño y -como todo hijo de la Gran Bretaña- por el fútbol empezaron a discutir la posibilidad de construir una publicación más cercana a sus intereses, alejada de los vaivenes propios del fútbol moderno: periodistas más hinchas que los propios hinchas, tabloides con nulo interés por el juego pero obsesionados con sus circunstancias y editores con complejo de Napoleón.
Así surgió The Green Soccer Journal, una revista para los muy futboleros con pasión por el juego más bonito del mundo, "the beautiful game", en los códigos deportivos anglosajones pero con inquietudes más allá del resultadismo. De momento, Adam Towle y James Roper han conseguido algo inaudito, colocar el cartel de "todo vendido" en las librerías además de recoger alabanzas por su delicada visión del balompié, a medio camino entre la literatura, el pub, la filigrana, y el balón. "Hemos tratado de focalizarnos en el estilo de vida y el propio juego, sin hacer caso a los estigmas que rodean al mundo del fútbol", cuenta James Roper, sorprendido por el éxito. De momento, y con Seedorf de portada, The Green Soccer Journal amenaza con subir el nivel del césped.
