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diseño

El dilema neoyorquino de la creatividad y el caos

El New Museum reflexiona sobre el futuro de la ciudad

Hace un siglo la calle Bowery, en el barrio Lower East Side de Nueva York, era la más densamente poblada del planeta. Allí se daban cita irlandeses, italianos, marineros, prostitutas, tatuadores, hombres ricos y pobres, salas de cine y teatro, restaurantes decadentes y refinados, agencias de empleo, moteles baratos y proveedores de maquinaria industrial.

En los años setenta fue el punto de encuentro entre la cultura underground, con lugares como el CBGB, patria del punk, y los homeless neoyorquinos que habitaban el área. Pero en el siglo XXI, en cambio, no hay calle que personifique mejor el conflicto inevitable entre pasado y futuro al que se enfrentan la mayoría de las grandes ciudades. ¿Preservación urbanística y sociológica o apuesta descarnada por el lujo residencial y comercial? ¿Rescate estético e indiscriminado del pasado o auténtica preocupación por el legado cultural de la ciudad? A esos interrogantes trata de responder la exposición Cronocaos, organizada bajo los auspicios del New Museum, precisamente en los bajos ásperos y descarnados de un antiguo edificio de la calle Bowery, y que linda con el ultramoderno triple cubo blanco del New Museum y hasta donde el arquitecto holandés y premio Pritzker Rem Koolhaas ha llevado la misma muestra que presentó en la pasada Bienal de Venecia de arquitectura. Cronocaos es una invitación a la reflexión en un momento en el que el 12% de las construcciones del planeta han sido declaradas "objeto de preservación" por Gobiernos y culturas de lo más dispares. "Con esta muestra no queremos dar respuestas sino invitar al diálogo basándonos sobre todo en la experiencia de nuestro propio estudio con proyectos muy unidos a la preservación, ya sea de un edificio en sí o de un área urbanística concreta", explicó Koolhaas a este diario.

La muestra, que podrá verse hasta el 5 de junio, forma parte de la primera edición del Festival de las Ideas (www.festivalofideasnyc.com), una convocatoria artística y conceptual que se clausura esta noche y lanzada por el NewMuseum precisamente porque su directora, Lisa Philips, es consciente del impacto que la llegada de la institución ha tenido sobre la calle Bowery. Inaugurado en 2007, su aterrizaje impulsó el renacer urbanístico y comercial de un área en la que hoy conviven estilizados rascacielos y residencias futuristas con las antiguas tiendas de maquinaria industrial, restaurantes pijos con refugios para homeless, galerías de arte de lujo con estudios de artistas underground. "Siendo testigos y protagonistas de los cambios de la calle Bowery hemos querido convertirnos en catalizadores de una discusión que no solo afecta a Nueva York, sino a todas las grandes urbes", explica. Alcaldes como el visionario Antanas Mockus de Bogotá o pensadores como Jaron Lanier, creador de la realidad virtual, son algunos de los protagonistas de este festival en el que participan cientos de artistas y que incluye proyectos que nadan en los contrastes que ofrecen las ciudades de hoy: lujosos edificios residenciales con espacios comerciales tan caros que no encuentran inquilino y que son aprovechados por organizaciones como No Longer Empty, que busca, según una de sus comisarias, Jodie DiNapoli, "revitalizar propiedades y escaparates vacíos y darles vida a través de proyectos artísticos".

La entrada al New Museum.
La entrada al New Museum.

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