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Reportaje:gastronomía

Un japonés 'on the rocks'

El mejor whisky del mundo es nipón, dicen los expertos

El joven japonés Masakatsu Taketsuru zarpó en 1918 a Escocia con el fin de aprender el arte de destilar whisky. Las destilerías le desvelaron sus secretos. Querían que el whisky se elaborara correctamente en cualquier rincón del mundo. Y el aprendiz les salió espabilado. Tal vez más de lo que esperan.

"El Yoichi 20 años es complejo, armonioso y magistral", dice el editor de 'Whisky'

Ni un siglo después, el alumno nipón supera al maestro. Al menos, así lo cree la prestigiosa revista inglesa The Whisky Magazine. La publicación ha otorgado el galardón más codiciado del mundo (el Single Malt) al whisky Yoichi de 20 años. Otro premio (Best Blended Whisky, mejor whisky de mezcla) ha recaído en el Suntory Hibiki, célebre por el anuncio protagonizado por Bill Murray en la película Lost in translation. Ambas bebidas pertenecen a la marca nipona Nikka. "El Yoichi, envejecido durante 20 años, es complejo y armonioso. Se aprecian varias capas de aromas, a roble y a mar, por ejemplo; y de sabores, a vainilla, miel y menta. Es magistral", describe Rob Allason, editor de la revista.

Es la primera vez en la historia que este reputado premio no recae en un escocia. La prensa británica se ha tomado el veredicto del jurado, formado por 16 de las mejores narices del mundo y revelado el pasado 6 de abril, con cierta sorna y mucho humor.

"Sorprenderme me sorprende mucho", admite Carlos Delgado, crítico enológico. "Sabía que eran buenos, pero de ahí a que arrebate el título de mejor malta puro en una competición en la que participaban Glenmorangies, Balvenies o Balvenies escoceses hay más que un trecho. Los catadores suelen preferir anteponer la personalidad de un whisky a parámetros técnicos. La personalidad de un buen whisky se la confieren las Highlands

[las montañosas tierras altas escocesas], el agua pura y blanda de sus riachuelos y de su manantial y el clima. Rasgos inimitables".

Claro que hablamos de Japón. Un país caracterizado por la copia perfecta, la versión exquisita y la adaptación sublime que parece más auténtica que la original. "La cultura y la historia japonesas se basan en la asimilación y su posterior perfeccionamiento", apunta Ana M. Goy Yamamoto, experta en Economía y Gestión Japonesa de la Universidad Autónoma de Madrid.

El joven Masataka Yaketsuru, que en 1918 viajó a Escocia, provenía de una familia de fabricantes de sake empeñada en producir whisky de malta. Lo habían probado todo: hierbas, especias y decenas de recetas. En vano. Aquella bebida de cebada, levadura y agua, envejecida en barrica de roble, era irreproducible. Pero Masataka, químico de formación, depuró la técnica de las destilerías escocesas de las Highlands y las Lowlands y hasta se enamoró de una escocesa, Rita Cowan.

Hoy en día, su hijo adoptivo, Takeshi, lleva las riendas de un negocio familiar que ha parido pelotazos como el Yoichi 20 años o como el Yoichi de 10 años, reconocido con otra mención en 2001 por la revista The Whisky Magazine. "Hokkaido, como las tierras escocesas, tiene un clima extremo: un verano caluroso y un invierno frío. Sus aguas son perfectas y su técnica muy avanzada", argumenta Rob Allason, editor de The Whisky Magazine.

Bill Murray interpretaba en <i>Lost in translation</i> un anuncio del whisky japonés Suntory Hibiki.
Bill Murray interpretaba en Lost in translation un anuncio del whisky japonés Suntory Hibiki.
Imágenes de las botellas Yoichi de 20 años y Suntory Hibiki de 30.
Imágenes de las botellas Yoichi de 20 años y Suntory Hibiki de 30.

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